domingo, 13 de noviembre de 2011

El gran dedo de la derecha y la raquítica democracia de la izquierda

Muchas veces me he preguntado la razón por la que en España la derecha siempre tiene que estar a la defensiva (salvo la excepción de la presente campaña electoral, por las razones de sobra conocidas) y la izquierda no tiene por qué justificar los desmanes, pasados y presentes, que ha defendido. O por qué la izquierda goza en España de ese plus de legitimidad que hace que sus ideas sean aceptadas sin más, mientras que las de la derecha tienen que ser demostradas hasta la saciedad. O la causa de que, por ejemplo, un Gobierno malo, malo, malo, como el de Zapatero en la anterior legislatura, revalide su victoria, mientras que las justas denuncias de la derecha caen en saco roto.

Probablemente hay muchas razones para ello, unas de largo alcance y otras coyunturales. En este texto quiero tratar una de las primeras.

Creo que el gran error de la derecha ha sido es la conexión, sin posibilidad de disimulo, con el franquismo, vía Fraga-Aznar-Rajoy. Y, además, la falta de democracia interna en el PP, problema que es consustancial a todos los partidos políticos españoles, pero que en el caso del partido derechista se agrava hasta límites insospechados. Y es que hay que recordar que el gran líder de la derecha, Manuel Fraga, fue quien nombró como su sucesor a Aznar, el cual a su vez nombró heredero a Rajoy. Y no hay más. Solo un gran dedo, el del líder de turno, que decide quien será en que le suceda.

Mientras tanto en el PSOE las cosas han estado un poco mejor. Por más que la democracia interna brille por su ausencia (como sucede, repito, en todos los partidos políticos españoles), al menos Zapatero se las tuvo que ver con Bono y Rosa Díez en aquel Congreso del partido. Y ganó contra todo pronóstico, ya que el candidato oficialista era Bono. Indudablemente la cosa cambió, y mucho, con la autoimposición pura y dura de Rubalcaba como candidato a las próximas elecciones generales.

Democracia pequeña la del PSOE, más bien raquítica, pero algo es algo, aunque muy poco. Peor está el gran dedo que preside a la derecha, y del que en algún momento tendrá que escapar.

2 comentarios:

  1. "a derecha siempre tiene que estar a la defensiva (salvo la excepción de la presente campaña electoral, por las razones de sobra conocidas)"

    ¿Que no está a la defensiva en esta campaña? Lo que pasa es que Freddy el Químico es un inútil sobrevalorado y le ha salido mal un debate planteado para pedirle explicaciones ¡a la oposición!, pero Rajoy está permanentemente evitando los temas ideológicos.

    El complejo viene de tiempos de la dictadura de Primo de Rivera como mínimo.

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  2. La derecha en España ha perdido por abandono el combate por las ideas, la forma moderna de hacer la Revolución, según Gramsci.

    Por ejemplo, cuando se la acusa de no apoyar suficientemente la Enseñanza o la Sanidad Públicas, se deshace en excusas, intentando demostrar que ello no es cierto (y no lo es, por desgracia), en vez de contestar ... "si la enseñanza o la sanidad privadas son en ocasiones mejores y más baratas que sus alternativas públicas, ¿por que penalizarlas por motivos puramente ideológicos?" Si uno da la razón de entrada a su oponente, es difícil que gane el combate.

    En los EEUU no ocurre esto. Nadie duda de que los mejores Hospitales, Universidades o emisoras de Televisión son Privadas. No existe la sacralización de lo Público aceptada por todos en España, a pesar de la experiencia del fracaso del Socialismo Real en la URSS, que llevó esta idea a su límite.

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