Nos cuenta Público que los asesinatos machistas casi se han doblado en la primera mitad del año respecto a las mismas fechas del año pasado, mientras que, mucho ojo al dato, el número de niños asesinados se ha multiplicado por seis.
Es duro leer estas cifras. Es duro habar avisado vez tras vez de que cosas así iban a pasar y acabar teniendo razón. Lo digo continuamente. Me encantaría equivocarme. Pero por desgracia no es así. El descontrol sexual, la dejación de las más mínimas normas de autoprotección, sumado a una ley que castiga poco los delitos nos lleva a estas cosas. ¿Son las mujeres las culpables de lo que les ocurre? No. Jamás. ¿Pudieron evitarlo? Posiblemente sí en bastantes de los casos. ¿Eso justifica los asesinatos? En ningún modo.
Y es que, llevando estos casos al extremo, lo que está ocurriendo es como si una chica joven caminando por la calle se monta en el coche con un desconocido que se ofrece a llevarla a casa. Ninguna en su sano juicio lo haría. Y si la que lo hace es violada y asesinada, el único culpable sera el criminal. Pero si la chica hubiera seguido unas normas báscias de autoprotección seguiría viva.
Volviendo al tema que nos ocupa. ¿Cuál es la solución? Resumo cuatro puntos. Familia, moral, autoprotección y endurecimento de las condenas. Sin eso seguiremos escribiendo sobre estos terribles hechos. Por desgracia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Después de siete días de la publicación de un artículo todos los comentarios necesitan aprobación.