No, no es un humor negro. Los venezolanos mostraron claramente su opinión en el referémdun convocado el pasado domingo por la Asamblea Nacional, contralada por la oposición. Pero Maduro no está por la labor.
Y siempre, llegado a este punto, me vienen a la memoria todas las veces que esos venezolanos apoyaron un régimen-partido que desde el principio se veía por donde iba. La última vez en fecha tan reciente como 2013, cuando ya claramente se veía la deriva dictatorial del régimen (bueno, se veía desde el principio, pero con el tiempo cada vez más).
Pero claro, por aquel entonces aún se podía ordeñar la vaca del petróleo, ¿no? Hoy, víctima de los bajos precios del crudo y del hundimiento de la producción venezolana (por haber echado el gobierno a profesionales competentes no chavistas y haber colocado en su lugar a unos ineptos chavistas), ya no se puede vivir del petróleo. Y la economía venezolana está al nivel del tercer mundo. Y, claro, ahora hay que echar a Maduro. Pero ahora Maduro y toda la camarilla que le rodea dicen que no.
Por supuesto que no estoy justificando que Maduro se niegue a irse. Debería convocar elecciones demócraticas y aceptar el resultado. Pero eso no va a pasar. Alimentaron a la fiera y ahora la fiera no quiere ser domesticada. ¿Cuándo aprenderemos? ¿Cuándo?
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