El bebé Charlie Gard ha muerto. Y lo ha hecho en el momento y en el lugar que no deseaban sus padres. Fue un juez quien decidió que no fuera en su casa (como querían sus padres) y que se le desconectará ya del respirador artificial (aunque sus padres querían pasar algún tiempo más con él).
Simplemente no tengo palabras ante tanta barbaridad, de principio a fin. Les negaron a sus padres la oportunidad de curarle y les negaron hasta sus últimos deseos para con su hijo. A unos padres que han demostrado que amaban a su hijo con todas sus fuerzas y que deseaban lo mejor para él.
Este es el Estados que se "preocupa" por nosotros, desde que nacemos hasta que morimos (dónde y cuándo el Estado decida, claro).
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