No soy un ardiente defensor de la pena de muerte. Tampoco me posiciono contra ella. Mis problemas no son éticos, sino de la irreversibilidad de la pena en caso de que el condenado sea inocente.
Pero lo que es una auténtica barbaridad es que esa pena de muerte que se está metiendo en la Unión Europea por la puerta de atrás. Pena de muerte a los no nacidos. Pero pena de muerte también a muchos adultos cuyas vidas alguien decide que ya no merecen ser vividas.
Me encontré por casualidad con un informe sobre la eutanasia en Holanda y Bélgica y el suicidio asistido en Suiza. Sinceramente, jamás pensé que algo así podría estar pasando. Los datos son escalofriantes.
Si nos atenemos a la ley, puede sonar bien. Pero cuando vamos a la aplicación de esa ley, nos encontamos con miles de casos en los que la eutanasia se aplica a personas que no dieron su consentimiento para ello.
Lo anterior no es ni más ni menos que la aplicación de la pena de muerte. Pero a alguien inocente. A esta barbaridad se ha llegado en la progre Unión Europea. Y todo apunta a que la dirección es a extenderse.
El progreso consiste en que al bebé se le aborta, al enfermo se le eutanasia y al criminal reincidente se le reinserta aunque no esté reinsertado....
ResponderEliminarLos culpables victimizados y los inocentes condenados. Así vamos.
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