Un agujero en la falda

La crisis económica que ya ha empezado a llegar es de campeonato. La crisis política en
la que navega España desde 2015 (cuando Rajoy ganó por la mínima y no pudo formar Gobierno) es enorme y ha ido desde aquel momento en aumento. Las dos cosas juntas, crisis económica y crisis política (dejaremos de lado
la crisis social, que tampoco es pequeña) amenazan con llevarse por delante los cimientos de la endeble democracia española.

Y con toda la que está cayendo me encuentro en prácticamente todos los medios de comunicación general de internet que la noticia por excelencia es que la reina ha lucido una falda con un agujero. Que si se veía muy linda, que si es rompedora, que si que bien habla, que si es muy cercana con la gente, que si es la mejor consorte de todas las monarquías, que si la Princesa de Asturias esto, que si la Infanta lo otro, que si Felipe VI es el rey más guapo, que si la reina Sofía siempre ha sabido sufrir y ocupar su lugar (cuando es sabido que ella dijo "aguantaré lo que sea para que mi hijo sea rey", así que aguantando cuernos estaba barriendo -y mucho- para casa), que si tal y que si cual.

Patético. Los medios de información rindiendo pleitesia a una familia de actores (que por ahora no actúan mal, justo es reconocérselo). Volvemos a los tiempos de Juan Carlos I, con los periodistas besando por donde pisa esta familia (con la diferencia de que este parece no ser ni adultero, ni ladrón, ni defraudador, también justo es reconocérselo). Hasta leo a muchos presuntos liberales decir eso de "yo no soy monárquico, pero la monarquía en España es la única institución que garantiza la estabilidad del Estado". La genuflexión de la prensa patria ante la monarquía es de vergüenza ajena. Y mucho me temo que la social va por la misma línea. Probablemente a partir de ahora se verá ese modelo de falda por todas partes.

¿Algún día, con monarquía o sin ella, España dejará de ser un país de súbditos arrodillados para levantarse y convertirse en una nación de ciudadanos?