Leo que la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz,
ha intensificado sus contactos en los últimos días con los principales medios gallegos para obtener más visibilidad y para reflotar su imagen tras los malos sondeos.
Una líder política, ministra y vicepresidenta del Gobierno de la nación, mandando emisarios para que los periódicos de su región la traten bien. La pregunta es evidente. ¿A cambio de qué? ¿Qué favores inconfesables va a hacer esta señora a los periodistas para que hablen bien de ella? Porque aquí nadie da puntada sin hilo y para que un periodista escriba bien de un político (política en este caso) por encargo el político tiene que pagar; lo que sea, pero pagar. Y claro, el periodista se tiene que vender. Cómo para creer en la independencia periodística.
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