Tuve la oportunidad de
ver todos los partidos de cuartos de final del Mundial de Fútbol, jugados en los últimos
dos días. En la primera jornada, de forma sorprendente, Croacia eliminó a Brasil en penaltis, tras conseguir igualar el marcador a uno cuando ya terminaba a prórroga. Y con el segundo partido llegó el escándalo; Argentina tras ir dos goles por delante no quiso aceptar que Holanda (lo siento, nunca me acostumbraré a lo de Países Bajos) marcó un gol casi al final del tiempo reglamentario y el del empate exactamente al final de los minutos añadidos (creo que diez) en una falta al borde del área; los jugadores argentinos en la prórroga se enfrascaron en protestar e increpar al árbitro y a los holandeses más que a jugar; el árbitro (español) le consintió de todo a Messi (porque, como diría Rajoy, Messi es Messi), para al final sacarle tarjeta amarilla por protestar, porque ya era demasiado; finalmente los argentinos ganaron los penaltis y posteriormente se dedicaron a intentar humillar a los jugadores holandeses; un despropósito. En la segunda jornada la tremendamente sorprendente derrota de Portugal, que jugó más y mejor que Marruecos, creando oportunidades que no supo materializar, mientras que los marroquíes lo único que supieron fue marcar un gol en un gran fallo del portero portugués y hacer un excelente fútbol destructivo (lo que medio salva el honor español; pero ya se sabe que mal de muchos, consuelo de tontos); lo anterior lo digo sin ironía, porque saben cerrarse atrás y conseguir destrozar el ataque, lo cual es una estrategia como otra cualquiera (el fútbol no se gana por posesión o por oportunidades perdidas, sino por goles). Y finalmente el mejor partido de los cuatro fue el disputado entre Francia e Inglaterra; los dos equipos jugaron muy bien, limpio y rápido; pudo ganar cualquiera, pero lo hicieron los franceses por dos a uno; una buena sensación para cerrar esta fase de cuartos.
Veremos que dan de sí las semifinales entre Argentina y Croacia por un lado (que podré ver) y Francia y Marruecos (que solamente podré seguir el resultado por internet). El primero debe ser muy interesante y el segundo debería caer sin mayores problemas del lado francés (pero nada es seguro, tras ver como Marruecos ha sacado ya del Mundial a España y Portugal).
En cuanto a la selección española la buena noticia es que no tendremos que seguir padeciendo a Luis Enrique, que será sustituido por Luis de la Fuente. A mí en principio me gustaba más Marcelino, para hacer un cambio radical, pero tampoco tengo nada que objetar sobre el nuevo entrenador. Esperemos que lo haga mejor que el anterior; no tiene experiencia dirigiendo grandes equipos de club, pero sí ha hecho un trabajo aceptable como seleccionador de los sub-21. Veremos lo que da de sí dirigiendo al primer equipo de fútbol de España.
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