martes, 3 de marzo de 2009

La envenenada victoria socialista vasca

En esta España de nuestros sufrimientos los que odian a España son los que cortan el bacalao en el Gobierno español, que tiene mérito. Y para demostrarlo está la criminal aritmética parlamentaria que nos depararon las pasadas elecciones generales, con la Presidencia de Zapatero en manos de las minorías nacionalistas. Con ese panorama la victoria socialista en el País Vasco (por su fuerte ascenso y la posibilidad de formar Gobierno con PP y UPD, aunque sin haber sido el partido ganador como tal) es una victoria envenenada.

Y es que si se deciden a formar Gobierno con PP y UPyD, además de defraudar a parte de su electorado en el País Vasco, podrán ser acusados de unirse a los "españolistas" PP y UPyD; pero lo peor es que Zapatero contará en el Congreso de Madrid con seis enemigos declarados, que serán los diputados del PNV; enemigos a los que podrían sumarse CiU (que está en la Oposición en Cataluña gracias a los socialistas) y BNG (obligados a marcar distancias con los socialistas en Madrid tras su derrota en Galicia). ¿Y entonces en quién se va a apoyar Zapatero? Cada uno de los otros pequeños partidos tiene sus propias razones para marcar diferencias con el Gobierno, y en cualquier caso los números no casan.

En esa tesitura tal vez lo más políticamente provechoso para los socialistas sería entrar en el Gobierno vasco apoyando a Ibarretxe como Lehendakari. Pero eso sería frustrar las esperanzas de muchos votantes socialistas vascos de cambio (que posiblemente serán más que los socialistas que han votado en clave nacionalista). Además de que sería darle bazas al PP y a UPyD, que con esa baza a poco que la supieran aprovechar (y lo harían, sobre todo los segundos) obtendrían subidas espectaculares de aquí a cuatro años a costa de los socialistas, que podrían ver así comprometida su presencia en el Gobierno vasco.

Pero claro, para eso tiene que llover aún bastante, y la realidad presente es que con un Lehendakari nacionalista apoyado por los socialistas Zapatero tendría controlado el problema vasco (al menos teóricamente), y sobre todo tendría un bastante cómodo apoyo de 175 diputados en Madrid (los 169 propios más los 6 del PNV).

Por lo tanto ambas posibilidades tienen sus pros y sus contras para los socialistas, tanto a nivel autonómico como a nivel nacional. En cualquier caso, la victoria del PSE no deja de entrañar en riesgo a la hora de gestionarla. Veremos hacia que lado se decantan finalmente y cuales son las consecuencias.

5 comentarios:

  1. Sólo una puntualización: el PSE no ha ganado las elecciones, las ha ganado el PNV. Sólo queda por ver si han ganado los no nacionalistas (PSE + PP + UPyD) o los socialnacionalistas (PNV + PSE).

    ResponderEliminar
  2. Buenooo, qué pedazo de análisis. ¿Algo que no hayan dicho las radios y los periódicos repitiéndose unos a otros?

    ResponderEliminar
  3. Veo que por aquí tiene muchos fans...xd

    ResponderEliminar
  4. DEsde luego, si unos y otros pretenden mantener en vilo a la opinión pública, lo están consiguiendo...

    ResponderEliminar
  5. Ibarretxe tiene razón en que es una agresión política (aunque sea el el menos indicado para decirlo) un pacto entre fuerzas minoritarias para arrebatar los puestos de mando a la fuerza más votada, de la misma forma que lo fue en Galicia, un pacto entre PSOE Galicia y BNG para arrebatarle lo mismo al PP.

    Todo pacto postelectoral es una agresión política en su sentido democrático, debido una vez más al deficiente sistema político. Lo que ocurre es que Ibarretxe solo dice esto para hacerse la victima, y no ofrecer a cambio ninguna otra solución, más que la que le conviene a el en exclusiva, nada democrática, claro.

    En primer lugar, se habla de pactos porque solo con que se pongan de acuerdo las cúpulas de los partidos todos los parlamentarios siguen como perritos falderos la «voz de su amo» ¿nadie le parece mal esto? ¿que cojones hacemos hablando de si tienen que hacer esto, o trapichear lo otro? ¿por que coño pensamos por los partidos?

    En un parlamento independiente, como el del Reino Unido, no hay pactos que valgan. Se gobierna con lo que haya en el parlamento, salga lo que salga, que al fin y al cabo es la representación popular.

    Si ahora Ibarretxe le paga un Chalecito a Patxi, de estrangis, y asunto arreglado. De puta madre. Y así 30 putos años. No me extraña que haya gente que se vaya del País.

    En el Reino Unido, el jefe del ejecutivo (primer ministro), es elegido por el parlamento, igual que aquí. Bueno no, aquí se «inviste» al presidente del gobierno, sin opción. O se inviste o no hay tu tía. En el Reino unido se elige al que más apoyo tenga en el parlamento, que lógicamente es la fuerza más votada. Y a partir de aquí, no hay nada más, excepto las sesiones parlamentarias, en donde los representantes directamente elegidos por el pueblo, ejercen su labor.

    En los EUA, el legislativo se elige cada dos años. Los dos últimos G. Bush tenía mayoría demócrata en el parlamento. Pero aunque hubiera sido republicana, los congresistas son independientes. (de hecho, en algunas votaciones G. Bush tuvo más apoyos demócratas que republicanos)

    En el caso vasco, para que no haya «agresión política» ninguna, debería estar como Presidente Autonómico Ibarretxe, pero gobernando con un parlamento en minoría, sin «pactos». Y ya veríamos que posturas tomaban los «actores», sobre todo el PSOE, en las decisiones y propuestas.

    Que los políticos no critiquen el sistema, o lo critiquen para su beneficio, aunque me parece ya en si mismo corrupción política, lo entiendo. Pero no entiendo que nosotros, los ciudadanos, caigamos en la trampa y pensemos por los partidos a ver que pueden y que no pueden hacer, en lugar de exigir que haya un sistema mejor y perdamos el tiempo con todas estas tonterías.

    Nada de pactos post-electorales, que gobierne la mayoría parlamentaria directamente, y que se elija al jefe del ejecutivo o independientemente o a la fuerza más votada.

    Saludos

    ResponderEliminar

Después de siete días de la publicación de un artículo todos los comentarios necesitan aprobación.