"¿Quién es más culpable, la que peca por la paga o el que paga por pecar?" reza un viejo refrán, que creo bastante apropiado al caso del cambio de partido (y de ideas) de Irene Lozano, de UPyD al PSOE, aceptando la invitación del líder socialista, Pedro Sánchez.
Creo que es posible que Irene Lozano haya prostituido hasta cierto punto las ideas que defendía con ahínco desde UPyD. Pero, ¿acaso no hubieran hecho lo mismo la inmensa mayoría de los políticos que la critican? Tenemos que tomar en cuenta que UPyD está prácticamente desaparecida, que su espacio está ocupado por Ciudadanos y que es más que probable que después de las próximas elecciones se convierta en un partido extraparlamentario y que finalmente acabe desapareciendo. En esas circunstancias, a Irene le han ofrecido una oportunidad de seguir defendiendo sus ideas en política (y de seguir en la política con sueldo, evidentemente) y la ha aprovechado. ¿Criticable? Tal vez. Pero lo entiendo.
Lo que es evidentemente mucho más criticable desde un punto de vista socialista de partido (que, por supuesto, no es mi caso) es la decisión de Pedro Sánchez de incluirla en las listas, vistas la críticas vertidas por ella en su anterior desempeño como parlamentaria de UPyD a los socialistas. A lo que hay que añadir el feo de Sánchez de dejar a una mujer socialista fuera del Congreso (la que sea, pero una se quedará fuera, es evidente) por incluir a Irene (dos si añadimos a la exmilitar Zaida Cantera). Y también el hecho de que Sánchez se ha pasado por el forro de sus caprichos el comité de listas y demás. Finalmente, un insulto más a la Federación Socialista Madrileña.
Es perfectamente lógico por todo ello el cabreo mayúsculo de los socialistas con Pedro Sánchez (especialmente de las socialistas y de los madrileños). Pero claramente este hombre es como Zapatero, pero peor. Le encantan los gestos de cara a la galería, por más que estén vacíos de contenido. Es lo que ha hecho con la incorporación a las listas socialistas de Zaida Cantera primero y de Irene Lozano ahora.
Si todos esos gestos le salen bien y consigue ser Presidente de Gobierno pues bien por él (y mal por España, porque puede hacer bueno a Zapatero, que ya es decir). Pero si le salen mal y se queda fuera de La Moncloa que se vaya preparando para el ajuste de cuentas de los "suyos".
Tu post tendría sentido si Irene Lozano tuviera algunas ideas que defender, y que éstas fueran compartidas por el PSOE. Pero ¿qué ideas tiene? ¿Cuando criticaba los pactos con Ciudadanos? ¿Cuando se presentó a liderar UPyD apoyando los pactos con ciudadanos? ¿Cuando el PP y PSOE eran mafias y los EREs el sumun de la corrupción?
ResponderEliminarLa única idea que veo que mantiene es la de permanecer en el escaño, como sea, y dado que no cree que UPyD lo vaya a conseguir pues a otro sitio donde caliente el sol. Si no le importara tanto quizás hubiera aceptado el puesto 10 o más y no el 4...
La verdad es que casi me daría gana de votar a UPyD si no fuesen tan socialistas..
Saludos
Mi punto es que es comprensible la decisión de Irene Lozano, aunque solamente sea por mantener el escaño, mientras que me parece totalmente incomprensible la decisión de Pedro Sánchez de quitarle ese escaño a una socialista para dárselo a alguien que ha estado atacando al PSOE. Saludos.
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