Ultimamente he leído a liberales y "liberales" (más abajo explicaré la diferencia) quejarse amargamente del sistema en una u otra dirección.
He leído a liberales (o sea, liberales de verdad) hacer una exposición completamente acertada de determinadas cuestiones desde un punto de vista completamente liberal, para, al final del artículo, decir algo así como que si el lector no está de acuerdo está en su perfecto derecho, pero que no le obligue a "pagar" por sus ideas o que no le mande a los "recaudadores de impuestos" que están implícitos en las ideas discrepantes del lector.
Por otra parte, he leído también a "liberales" (o sea, liberales en lo económico, pero de extrema derecha en todo lo demás) quejarse de una "clase política" alejada de los ciudadanos.
Los unos y los otros creo que vuelcan su frustración política de forma equivocada.
Esos liberales que hablan al lector de no hacerle pagar por las ideas de éste o de recaudadores de impuestos enviados por el lector, implícitamente están culpando a éste por defender (y votar, que en la práctica es lo que importa a efectos prácticos, valga la redundancia) unas ideas y unos partidos que, completa o parcialmente, no son liberales al cien por cien. Y esa culpa no es del lector, no, sino que es de los propios liberales, que en lo que respecta a España se están viendo completamente incapaces de llegar a los votantes con un partido liberal.
Y aquellos otros "liberales" quieren hacer recaer sobre esa "clase política" su propia ineficacia para crear un partido con sus ideas extremistas que consiga cosechar una buena cantidad de votos.
A ambos, liberales y "liberales", les falta autocrítica. La democracia es un mal sistema de gobierno, lo reconozco, y añado yo de mi propia cosecha que es muy malo, incluso malísimo; pero es que todos los demás son peores, mucho peores algunos. Y la clase política no existe como tal, sino es un grupo de personas que no son sino el reflejo de aquellos que los han votado.
No reconocer ambas cosas es simplemente no querer admitir los errores propios a la hora de ser ineficaces para conseguir un partido político (ya sea liberal en un caso o extremista en el otro) que represente sus ideas. Porque la práctica reciente en España demuestra que hay espacio y posibilidades para nuevos partidos que aglutinen a los descontentos con los partidos tradicionales, como lo demuestra el auge, desde distintos espectros de la política, de Ciudadanos y Podemos. Por ello creo que unos y otros deberían hacer más autocrítica y lanzar menos balones fuera. Al menos si quieren conseguir algo mínimamente positivo en cuestión de votos y escaños. De lo contrario lo único que estarán ejerciendo es, tristemente, el derecho al pataleo.
La democracia tiene tres enormes virtudes.
ResponderEliminar1) El dia después de las elecciones hay mas gente contenta que no contenta. Y en cuanto a lo que ocurre durante la legislatura, suponiendo que el agravio sea el mismo, mas vale agravar a los menos que a los mas.
2) La democracia permite cambiar de opinion y echar a l gobierno en forma incruenta. El hecho de que se basa en que el pueblo pueda elegir conlleva la libertad de expresion.
3) Nuestras democracias son en realidad republicas en le caso de España y Reino Unido, republicas coronadas, es decir que la Ley esta por encima de la voluntad popular por lo cual el 51% del pueblo no puede decidir "democraticamente" gasear el 49% y apoderarse de sus bienes. Otra cosa es que la izquierda pretenda hacernos creer que la democracia es dictadure de la mayoria en las caules el dirigente "democaraticamente" elegido hace lo que se le antoja (chavismo, Allende que con su 36% de votos los mismos que Hitler, que lo mismo que Hitler solo llego al poder tras un pacto y que queria con sus miseros 36% transformar radicalmente la sociedad y la economia como si hubiese recibido el 75%) o en el que el poder toma el control de los medios para lavar el cerbro de los ciudadnos (Cataluña)
Gracias por tu aportación. Un saludo.
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