De los 25.000 yihadistas extranjeros que se calcula que hay en Siria, Irak y otras zonas de combate sólo tienen fichados a 5.600 sospechosos originarios del medio centenar de países que integran la organización policial europea. Es decir, que la mayoría no se sabe quiénes son.
La frase mete miedo.
Porque no sabemos quienes son, pero sí sabemos las auténticas atrocidades en las que están siendo adiestrados. Y también sabemos que en su inmensa mayoría regresarán. Y sabemos igualmente el propósito con el que volverán. El mismo con el que se fueron.
Como decía un artículo al que hice referencia no hace mucho en este blog:
Lo peor está por llegar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Después de siete días de la publicación de un artículo todos los comentarios necesitan aprobación.