Cristina Cifuentes hace vudú... y no es broma. Tiene muñecos, a los que coloca fotos de sus "menos amigos" sobre las caras, y que le acompañan de destino en destino: es su forma de protegerse.
La noticia me trajo a la mente cuando escribí sobre las creencias en España en el Changó brujo y de personas de alta escuela creyendo en auténticas supersticiones.
Ahora nos encontramos con toda una Presidenta de la Comunidad de Madrid, y que suena como candidada a presidir el Partido Popular, lo que podría convertirla en Presidenta de Gobierno... prácticando el vudú. Claro exponente de una sociedad, la española, que rechaza creer en el Jesús bíblico, pero que no duda en abrazar extrañas creencias brujeriles que directamente rozan, como es el caso del vudú, prácticas completamente diabólicas.
Eso me confirma, una vez más, en mi idea de que cuando se rechaza creer en la verdad más tarde o más temprano se acaba aceptando creer en la falsedad más absoluta.
Donde este el jesus biblico y la virgen de la macarena que se quite el vudu y las cosas brujeriles.
ResponderEliminarLastima que no exista ya el tribunal de la santa inquisicion que imponia la verdad en estos casos, sin mayores problemas.
En mi caso estoy a favor de la libertad de práctica y expresión de todos. Hasta de la mía. Incluso de la tuya en este blog, ya ves.
EliminarQue tolerante!
EliminarLe quedo muy agradecido.
Rezare tresavemarias en vez de sacrificar un gallo en su honor.
Tienes tantas pruebas de que lo tuyo es verdad como Cifuentes del vudú: ninguna
ResponderEliminarLa realidad de Jesús está en la Historia... para el que quiera encontrarla, claro.
EliminarEs el momento de recordar a Chesterton: "Lo malo de la gente que deja de creer en dios no es que no crea en nada, es que se cree cualquier cosa"
ResponderEliminarPues sí.
EliminarLo malo de los que creen en dios, es que tras siglos de imponerlo a sangre y fuego , pretenden que sigamos convencidos de que es mejor que cualquier cosa.
ResponderEliminarNunca he defendido ninguna imposición. Simplemente defiendo poder expresar mi opinión.
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