Ayer escribí sobre ese canalla llamado Mohamed bin Rashid al Maktum, emir de Dubai y su trato a sus hijas que quieren ser libres de su poder opresor.
Pero su caso no es único. Otro canalla fue Abdalá bin Abdelaziz, difunto rey de Arabia Saudí. Y otro canalla, aparentemente incluso peor, es su sucesor, su hijo Salman bin Abdulaziz Al Saud.
Os dejo dos enlaces para mostrarnos un ejemplo de las canalladas de estos sujetos.
Las princesas encarceladas por el Rey saudí aseguran que están pagando por defender los derechos de la mujer.
Cuatro princesas secuestradas, ¡y las han hecho desaparecer!
Se tuvo noticia del secuestro a travás de comunicaciones vía internet que las princesas pudieron hacer (uno y dos, como ejemplos). Pero desde la muerte de su padre y la llegada al trono de su medio hermano, nada se ha vuelto a saber de ellas. Incluso, como menciona uno de los artículo, su madre ha abandonado sus protestas en Londres y no se ha vuelto a saber tampoco nada más de ella.
Así se las gastan las monarquías musulmanas del Golfo Pérsico con los disidentes. Particularmente con las disidentes. Como he leído en uno de los comentarios a uno de los vídeos, si eso les hacen a las princesas, qué les harán a las mujeres comunes y corrientes.
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