Los políticos españoles contra la libertad de prensa y a favor de la censura (y no solo ellos)

Hace unos pocos días dije que
la censura de las imágenes de los muertos por el coronavirus
en España por parte del poder merecería un análisis más sosegado. Voy con ello,
aunque no muy extensamente, porque la verdad es que
todo esto ya me produce cansancio.

Sin duda los expertos en censurar han sido (y siguen siendo, hasta en los números de los muertos) los miembros y allegados del Gobierno socialista-comunista que padece España. Pero los demás tambien han aportado su granito de arena, como el PP en Madrid y el PNV en el País Vasco. Aunque sobre otro tema, me viene a la mente cuando Vox prohibió a determinados medios entrar en su sede.

Un párrafo del artículo que enlaza mi escrito es para enmarcarlo:

Emilio Morenatti, de Associated Press, está de acuerdo con las críticas que hacen sus colegas, pero se pregunta: “¿A alguien le extraña? He currado 20 años fuera y cuando he vuelto me ha costado más cubrir el 15M que cualquier revolución del mundo. A mi me prohibían hacer fotos en plazas públicas mientras pedían democracia. ¿Cómo van a dejarnos ver los muertos si aquí hay veces que hay gente que no te deja hacer fotos en manifestaciones que ellos mismos organizan?”. “Exceptuando los países donde hay un régimen dictatorial este es el más difícil de trabajar del mundo y esto me lo confirma mucha gente. Nos lo hemos cargado nosotros, yo voy por la calle y la gente me dice a mí no me hagas fotos o en una manifestación gente que te dice que no quiere salir, eso no me ha pasado en ningún sitio, aquí hay que pedir permiso para hacer fotos en el metro, todo son trabas”, lamenta el fotógrafo distinguido por los World Press Photo.

Cuando leemos el artículo solo se puede llegar a la conclusión de que los políticos españoles, todos en general y los izquierdistas en particular, respetan la libertad de prensa solo cuando no les queda más remedio. Pero al repasar el párrafo anterior se puede ver que esa actitud no está arraigada solamente en los políticos, sino en general en toda la sociedad.

Con estos mimbres no es de extrañar que el deficit de libertad de prensa en España sea el que es. Pero no únicamente, porque la libertad en general tampoco lo tiene muy bien que digamos. Aunque tampoco es para sorprenderse. ¿Cómo la gente va a defender la libertad de los demás cuando ni tan siquiera defienden la suya propia?