A las puertas del mes de julio, con el parón social vacacional de dos meses, Pedro Sánchez ha llegado prolongando el estado de alarma, ocultando muertos y mintiendo sobre todo lo que ha podido. Y con las encuestas de cara. Que si, que el PP ha subido en ellas. Pero hoy por hoy Pedro Sánchez podría volver a reeditar su Gobierno Frankenstein sin muchos problemas, más allá de las consabidas cesiones económicas y políticas (parece que los chicos del PP olvidan que Sánchez llegó a Moncloa sin haber ganado unas elecciones, no sé la razón por la que casi se consideran vencedores con las presentes encuestas).
Sin duda alguna Sánchez ha conseguido llegar a un importante puerto de montaña con el maillot de líder de la carrera. Pero queda mucho aún. La incompetencia sigue siendo manifiesta al dejar entrar a pasajeros de otros países sin el más mínimo control. Ya se habla incluso de otro estado de alarma. Y lo peor de la crisis económica está por llegar. También habrá que ver las condiciones que pone la Unión Europea para dar su ayuda multimillonaria.
Pero no es posible descartar que Pedro Sánchez consiga capear el temporal, a trancas y barrancas, sí, como hasta ahora, pero capearlo al fin y al cabo, y llegar a fin de año encabezando las encuestas. Aunque también es posible que la cosa se tuerza y todo el chiringuito se venga abajo. Sin duda hay partido político, mucho partido. Veremos la dirección que sigue la cosa.
Pero por ahora hay que reconocerle a Sánchez que ha conseguido lo que quería. Con la habilidad del tahúr tramposo, ciertamente. Pero lo ha conseguido, que es lo importante (por suerte para él y desgracia para los españoles, que no parecen darse cuenta). Que al final en política es lo único que importa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Después de siete días de la publicación de un artículo todos los comentarios necesitan aprobación.