Los sacan de las prisiones rusas y prácticamente los obligan a ir al frente de batalla con Ucrania. El castigo por negarse es una condena más larga,
el premio por colaborar
es la libertad. Si vuelven vivos, claro. Algo que no sucede. Porque el grupo mercenario Wagner los está utilizando como auténticos 'cebos humanos'. Los envían de frente, sin ningún engaño táctico, en grupos de 7, 8, 10, 20, 50 e incluso 100, dependiendo de las circunstancias de la zona de batalla, hacia las posiciones ucranianas. La meta es que los ucranianos, bien equipados y escondidos, disparen sobre ellos, abatiéndolos sin ningún tipo de resistencia, revelando así sus posiciones. Es entonces cuando entra en acción la artillería de Wagner o soldados más experimentados, atacando las posiciones que ya conocen por el hecho de que los ucranianos han masacrado a los 'cebos humanos'. Por eso los mismos mercenarios de Wagner les llaman 'soldados desechables'.
A eso están llegando Putin y sus secuaces. No solamente a usar los mercenarios de Wagner, sino a permitir que esos mercenarios utilicen como auténtica 'carne de cañón' a rusos sin ningún tipo de experiencia militar y sin la más mínima preparación, enviándolos a una muerte segura para revelar la posición del enemigo. Sé que en la guerra no hay leyes (debería haberlas, pero no las hay), ¿pero hasta ese punto?
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