el cambio en el delito de malversación, hecho para que los secesionistas catalanes pudieran
quedar exonerados del mismo y regresar a la política (particularmente El Amo, Oriol Junqueras), podría no surtir los efectos deseados y que al final tuvieran que seguir pagando su delito con años de inhabilitación, lo que, en la práctica, les expulsaría de la política de por vida.
Ignoro si el texto que ya está en vigor fue redactado por el PSOE, por ERC o a pachas. O si lo redacto ERC y lo enmendó el PSOE, que suena lo más posible. Pero si finalmente se demuestra que la revisión no afecta a Junqueras y sus compinches (y sí a otros políticos corruptos de PP, PSOE y demás, que tiene guasa) la reacción de ERC probablemente no se hará esperar. Porque esa era su baza de cara al electorado catalán, con un independentismo a tortas entre ERC y Junts. Y si fracasa que a nadie le queda duda de que Junts se lo intentará hacer pagar, diciendo que ERC se ha dejado robar la cartera por el Gobierno, porque finalmente han colaborado con el mismo a cambio de nada.
Pero que nadie espere que los de ERC se van a quedar en ese caso con las manos en los bolsillos. Intentarán hacérselo pagar lo más caro que puedan a Sánchez. Harina de otro costal es que puedan. Porque el tiempo avanza, las elecciones autonómicas y municipales ya están la vuelta de la esquina y la actividad legislativa nacional va a quedar prácticamente parada de cara al verano posterior y a un otoño en plena campaña electoral para las elecciones generales.
En cualquier caso resulta interesante esperar la reacción de unos errecistas burlados por la incompetencia de Sánchez, los cuales, con un arrogante Rufián a la cabeza, no tienen por costumbre quedarse con el leñazo recibido.
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