Ya habíamos visto algo de la manipulación de la justicia por parte del gobierno del PSOE en la época de Felipe González. Y ese algo llegó incluso al Tribunal Constitucional con las injerencias que llevaron finalmente a que la sentencia sobre RUMASA, decisión inconstitucional a todas luces, fuera favorable a las tesis gubernamentales.
Pues bien, ese "algo" de manipulación del gubernamental PSOE en la época felipista no fue algo, sino mucho. Pero se queda en "algo" cuando lo comparamos con lo que estamos viendo en la actual etapa zapaterista de gobierno socialista. Una vez escuché algo así como que un excelente alumno es el que supera a su profesor. Si el dicho es cierto es evidente que Zapatero ha sido un excelente alumno de González, porque en lo que es manipulación de la justicia le está superando ampliamente.
¿A qué viene todo esto? Pues a que estoy verdaderamente asqueado política y judicialmente hablando cuando leo que el Gobierno recusará por primera vez a dos jueces del Tribunal Constitucional.
¿Las "razones"? Leo que
La importancia de tener asegurada la mayoría en el pleno, aunque sea mediante el voto de calidad del presidente, radica en que el TC debe pronunciarse en los próximos meses sobre la constitucionalidad de las leyes más significativas del Gobierno: la de igualdad, la del matrimonio homosexual, el Plan Hidrológico Nacional y, por supuesto, el Estatuto catalán, recurridas todas ellas por el PP.
Así de claro. Como decían los jóvenes de mi generación, demasié pa'l cuerpo, tío, al menos para el mío. Y es que estamos hablando, en lo que al estatuto catalán se refiere, de una cuestión que puede iniciar el camino de la desvertebración de España como nación, en un texto que es evidentemente contrario a la Constitución de mucho puntos, y lo demuestra el más que miedo, pánico que el Gobierno tiene, cruzando límites como los que está traspasando para intentar asegurarse que sus tesis salgan adelante.
Mal vamos, muy mal, si cada vez las injerencias del Gobierno son mayores en la Justicia. Alguien debe hacer algo ya para parar esto. Y ese alguien es la sociedad española (el Partido Popular por lo que leo está dando la batalla, lo que me alegra). Si la sociedad española no hace nada ahora, tal vez el día en que intente hacer algo, ya sea demasiado tarde, y será entonces cuando el Estado de Derecho simplemente deje de existir en España. Esperemos que no. En las próximas elecciones hay una posibilidad de que no sea así. Puede que sea la última.
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