Acabo de iniciar un nuevo apartado en el archivo del blog, dedicado a la persecución religiosa, donde he incluido los textos pasados respecto a este triste asunto. Para los que les interese el tema.
Pongo dos ejemplos que me han afectado casi en primera persona: en el pueblo de Daimiel, un sacerdote fue el pasado mes de agosto de 2.007 a presidir una celebración litúrgica, y fue recibido con amenazas e insultos de muy mal gusto a su entrada a la población. Y, más grave todavía, en el Seminario de Toledo, los seminaristas están amenazados por un grupo de energúmenos a los que les molesta que unos jóvenes, en la flor de la vida, se eduquen para servir al prójimo en un futuro próximo. El precedente comentario es absolutamente infundado y falto de respeto.
Pongo dos ejemplos que me han afectado casi en primera persona: en el pueblo de Daimiel, un sacerdote fue el pasado mes de agosto de 2.007 a presidir una celebración litúrgica, y fue recibido con amenazas e insultos de muy mal gusto a su entrada a la población. Y, más grave todavía, en el Seminario de Toledo, los seminaristas están amenazados por un grupo de energúmenos a los que les molesta que unos jóvenes, en la flor de la vida, se eduquen para servir al prójimo en un futuro próximo. El precedente comentario es absolutamente infundado y falto de respeto.
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