Me alegro porque parece que el Gobierno ha decidido entrar (tarde y mal, eso sí) en la senda de la persecución a los terroristas. Para hacerlo bien tendría, además, que ilegalizar a la ANV y al PCTV. Y con todo y ello el daño sería irreversible, porque los terroristas del bando político ya están metidos en los ayuntamientos por cuatro años, cosa que debería haberse evitado en su momento oportuno.
Lo que sí me llama la atención de esta nueva estrategia gubernamental es la poca (¿poca?, casi ninguna) independencia judicial que hay en España. Cuando la "tregua", con honrosas excepciones, todos los jueces tranquilitos. Se acabó la tregua y De Juana y Otegi a prisión, y ahora Garzón apretando las clavijas a la trama política de ETA (me alegro mucho) por orden de sus superiores políticos (lamentable, debería hacerlo por independencia judicial), a lo que cabe añadir que el Tribunal Supremo ha dejado a Parot en la cárcel por otros 11 años (esperemos que sean años reales y no "años judiciales españoles").
Dicen que no hay mal que por bien no venga, y parece ser cierto en este caso. Pero no deja de ser duro volver a constatar, y de una forma tan descarada, que la independencia judicial en España no es más que una vulgar mentira. La persecución judicial a ETA jamás debió pararse, pero se hizo, porque en realidad lo que hay en España no es más que una "justicia" al servicio del Gobierno.
Hoy se separa kosovo, mañana el pais vasco.
ResponderEliminarEstá muy bien que detengan etarras, pero si los sueltan mañana si "se vuelven a dar las condiciones", según Bermejo, de poco servirá. Es obvio el concepto que el partido en el poder tiene de la justicia. Una maquinaria al servicio del Gobierno cuya independencia respetan mucho por fuera, pero que entre bastidores les importa un comino.
ResponderEliminarUn saludo.