El tema cansa (por lo menos a mí):
Una comisión del Parlamento griego declara la deuda con la troika "ilegal, ilegítima y odiosa". La comisión parlamentaria encargada de auditar la deuda pública de Grecia concluye que Atenas no debe devolver los créditos recibidos desde 2010.
Pues nada, que no paguen, y ya. Pero claro, que tampoco pidan más dinero. Porque lo de no querer pagar lo que se debe y además pedir más dinero prestado, pues como que tiene narices la cosa. Así que eso, que no paguen ni un duro y que hagan lo que quieran (más bien lo que puedan, que será poco) con lo que tienen. Y se acabó el problema (o no).
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