La verdad es que un poco de miedo sí que dan. Vía Elentir me entero de que esta gente tiene la intención de, llegado el caso, reformar la Constitución sin seguir el procedimiento establecido en la misma Constitución. Así lo deján de claro en su propuesta de lo que ellos llaman un "Gobierno de Cambio", en la página 23:
Todos los que proponemos cambios en el texto constitucional del 78 sabemos que la Constitución no ofrece un camino fácil para su reforma. El cambio constitucional en España no es, por tanto, una cosa sencilla. Las mayorías cualificadas que el texto exige para proceder a su modificación obligan a contar con un Partido Popular que, hasta el momento, solo ha hecho gala de un tozudo inmovilismo, tanto en lo relativo a la reforma constitucional como en muchos otros asuntos. Esto evidencia una paradoja antidemocrática: un partido que representa a menos del 30 % del electorado (7 millones de electores) se apropia del candado constitucional y se impone, a través de un sistema electoral con graves carencias representativas, sobre más de 15 millones de electores que desean abrir un proceso de cambio. Pero en democracia nunca existen las vías muertas. Incluso si la apertura del gran debate constitucional por parte del Gobierno del Cambio no lograse modificación alguna en las posiciones del PP, cabría activar la vía popular sobre la base del artículo 1 (soberanía del pueblo español), del artículo 23 (derecho de la ciudadanía a participar en asuntos públicos) o del artículo 92 (referéndum consultivo); es decir, existen derechos y garantías democráticas previstos en la Constitución española que permiten convocar un referéndum para iniciar el proceso, de modo que la ciudadanía se pueda pronunciar directamente sobre el marco general y el alcance del cambio constitucional a través de una pregunta clara y concisa, acordada entre las distintas formaciones políticas partidarias de abrir un proceso democrático de superación del marco actual.
O sea, que están dispuestos a saltarse la legislación vigente, inclusive la misma Constitución, con todo lo que ello conlleva de fractura social y, digámoslo claramente, un más que probable enfrentamiento civil; porque a eso, a un enfrentamiento civil, es a lo que llevan las ilegalidades.
Pero hay más. Ya sabemos que Pablo Iglesias aspira a ser una especie de Supervicepresidente. Pues una de sus propuestas que más me ha llamado la atención es la de tener una fuerza policial directamente a su mando (aquí en LD y aquí en ABC). Esa fuerza policial no dudo lo más mínimo que sería, entre otras cosas, una polícía política en el más estricto sentido de la expresión.
Sigo creyendo que el sistema político español tiene suficientes controles como para impedir que estos elementos se salgan con la suya de imponer su ideario leninista a toda la ciudadanía. Pero aún así lo cierto es que cuando se leen algunas cosas en plan propuesta formal entra un poco de miedo, la verdad sea dicha.
Es que son marxistas, leninistas populistas. Todo encaminado a una dictadura a través del discurso engañoso.
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