Supongo que era inevitable, dadas la circunstancias, pasadas y presentes, que he vivido y vivo. Unas circunstancias que poco a poco he ido interiorizando, hasta hacerlas parte de mí mismo.
He perdido la fe. La fe en la vida, en el presente, en el futuro, en mí mismo. Todo es demasiado oscuro, demasiado gris, demasiado frío. Nada tiene sentido.
Sigo creyendo que Dios existe y que se reveló a través de Jesús, porque es lo que me dice la razón, los argumentos. Pero nada más.
Vivo un día a la vez. Sin fe.
En qué puedo ayudarte?
ResponderEliminarGracias, Mike, por tu ofrecimiento. Pero en realidad es algo por lo que tengo que pasar yo solo. Y de nuevo muchas gracias, de verdad.
EliminarNunca estamos ni tan bien ni tan mal como pensamos. Ánimo.
ResponderEliminarSí, creo que tienes razón. Gracias por tus palabras.
EliminarPues ayer la selección de Islandia me dio una buena dosis de optimismo. Ánimo.
ResponderEliminarSí, es verdad que a veces se puede derrotar a las circunstancias adversas con grandes dosis de lucha. Gracias por tus palabras.
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