lunes, 20 de noviembre de 2017

Vosotras, radicales feministas, sois unas insensatas machistas

"Por puta" (con perdón) es el texto radical feminista que posiblemente sea el más insensatamente machista que he leído. Después de describir perfectamente todo el periplo de la chica con los cinco de La Manada viene a decir que todo fue muy normal, que se trató de un ejercicio de libertad y punto. Pues no. Es verdad que lo que la muchacha hizo fue un ejercicio de libertad, pero también es verdad que sus decisiones no son normales. ¿Es normal besarse con un sujeto al que acaba de conocer y que está acompañado por otros cuatro desconocidos? ¿Es normal dejarse acompañar en plena madrugada por esos cinco desconocidos a los que acaba de conocer? ¿Es normal meterse con, repito, esos cinco desconocidos en un portal? Para cualquiera con un poco de sentido común es evidente desde el principio que los cinco sujetos se acercan a la chica con intenciones sexuales. Y ella, al darles cuerda sin querer tener relaciones sexuales con ellos, lo que está haciendo es poner en serio peligro su integridad física. Así que no, lo que le pasó no fue por ser ligera de cascos, sino más bien por ser corta de sentido común.

A lo que hay que añadir el hecho de que una chica (y ésta concretamente) esté bajo la influencia del alcohol, lo cual es su derecho, evidentemente, pero igual de evidente es que en esa condición la toma de decisiones (la negativa a ser violada) se torna más difícil y la vulnerabilidad (el quedar a merced de los violadores) es mucho mayor.

Evidentemente nada de lo que la chica hizo (emborracharse, besarse e ir de la mano con unos de los sujetos, dejarse acompañar por ellos, entrar en el portal con el grupo, etc.) justifica la presunta brutal agresión sexual en grupo que sufrió. Repito, nada. Que quede claro, absolutamente nada. Si la Justicia dictamina que fue violada estos elementos deberían pasarse el resto de sus miserables vidas en prisión.

Pero lo que la muchacha hizo fue una auténtica temeridad, la cual, según su testimonio, acabó muy mal. Pero que, ojo al dato, pudo acabar peor, incluso mucho peor. Porque de ser los tipos más violentos de lo que fueron la chica se hubiera pasado una temporada en el hospital. Y de ser aún más violentos pudo acabar directamente en el cementerio. ¿Estoy exagerando? No lo creo, partiendo de la base de que estos elementos podían ser cualquier cosa con cualquier intención (repito, cualquier cosa con cualquier intención, incluida la de torturar e incluso matar), ya que eran simplemente unos desconocidos para ella.

Pues bien, estas actitudes de total desprotección y de no guardar unas mínimas medidas de seguridad son las que se jalean desde colectivos integrados por mujeres feministas radicales, las cuales se convierten, supongo que sin quererlo, en las más insensatas machistas, pues lo que están haciendo, sustituyendo el sentido común por meras consignas, es facilitar víctimas indefensas a maniacos sexuales.

Yo ya he dado mi opinión por aquí en varios textos, pero en especial en el que titulé Es mentira, estás sola.

Por cierto, que me he topado con una frase que parece que está haciendo fortuna con todo esto del juicio por violación a los de La Manada:

«Vivimos en una sociedad que enseña a las mujeres a cuidarse de no ser violadas en vez de enseñar a los hombres a no violar».

Pues, hombre, no sé en la sociedad en general, pero yo, en mi microsociedad, o sea, mi familia, enseño las dos cosas. A mi hijo de 19 años le enseño a respetar en todo momento a las mujeres (porque lo de enseñarle a no violar no hace falta). Pero a mi hija de 17 años la enseño a protegerse de elementos desconocidos, y por ello jamás se le ocurriría, por ejemplo, aceptar la compañía de sujetos que no conoce; porque es de cajón que se va a encontrar con hombres que no son ni de lejos como su hermano, y creer lo contrario sería una solemne y, lo que es peor, peligrosa estupidez. Y creo que es lo que habría que hacer en todos los ámbitos de la sociedad, enseñar a los hombres a respetar a las mujeres y enseñar a las mujeres a cuidarse de los desconocidos.

Pero es que eso de "enseñar a los hombres a no violar" para que las mujeres puedan no tener que guardar la menor medida de autoprotección me suena como "enseñar a los potenciales ladrones a no robar" para que no tengamos que usar cerraduras en las puertas de nuestros casas y de nuestos coches, por poner un ejemplo. Simplemente no va a pasar, porque siempre va a haber gente dispuesta a hacer oídos sordos a la enseñanza y a saltarse las leyes. Así que tendremos que seguir usando las cerraduras y las mujeres tendrán que cuidarse de los desconocidos. De lo contrario, nos robarán nuestros propiedades y a ellas las asaltarán sexualmente. Y después ladrones y violadores deberán comparecer ante la Justicia para recibir, en mi opinión, el máximo de la pena. Pero el daño ya estará irremisiblemente hecho.

Evidentemente hace falta enseñar a todos los niveles a los hombres a respetar a las mujeres. Pero igualmente hace falta enseñar a las mujeres a cuidarse de potenciales asaltantes sexuales. Y lo que no hace falta para nada es sustituir el más elemental sentido común por una serie de necias consignas que, repito, convierte a las radicales feministas que las propagan en unas insensatas machistas.

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