Y el Supremo volvió a hablar

Las prisas para nada son buenas. Por eso dije que, una vez que el daño de la retroactividad favorable al reo de la ley del solo sí es sí estaba hecho y era irremediable, lo mejor era esperar a que el Tribunal Supremo hablara. Y habló hace medio mes. Y ayer volvió a hablar.

Lo que dijo el TS ayer va exactamente en la misma línea que lo que ya había adelantado hace quince días, como no podía ser de otra manera. Pero ahora lo ha dejado aún más claro:

"Alcanza a un proceso de revisión de penas no solo a las que se encuentren en fase de ejecución, sino, también, a las que se encuentren en fase de dictado de sentencia, bien en plena terminación de juicio oral, bien en virtud de resolución de recurso de apelación o de recurso de casación, valorando si la pena a imponer puede ser más beneficiosa".

Clarito, clarito.

Por cierto, que el Tribunal estaba integrado por cinco jueces, tres hombres y dos mujeres; esperemos que no acusen a las magistradas de machistas. Y, además, los cinco están de acuerdo en que es obligatorio estudiar las penas de los casos de violación y rebajar la pena al condenado si existe esa posibilidad. Algo que era siempre evidente.

Los que siguen este blog saben que yo soy totalmente partidario de un aumento de las penas, para todos los delitos en general, pero muy en especial para los que asesinos y violadores. Pero claro, con el Estado de Derecho en la mano. Y lo que es ridículo, además de injusto, es mantener una condena dictada en el pasado, mientras que una que se dictara en el presente por los mismos hechos sería menor. En ese caso la legislación marca que hay que rebajar la del pasado a lo que se dictaría si hubiera ocurrido en el presente. Es lo que se llama aplicar la retroactividad siempre que beneficie al reo.

Otra cosa es que se quieran rebajar las penas a los presentes y futuros violadores, por razones ideológicas, pero no se quiera aplicar esa rebaja
a los violadores ya condenados, por razones electorales (resta votos ver condenas rebajadas y violadores liberados). Pero eso es envilecer la ley de la manera más grosera e injusta. Lo cual no parece importarle mucho al actual Gobierno.

Bueno, termino. El artículo ya menciona el tuit de respuesta de Irene Montero al adelanto de la sentencia. ¿Y ahora qué? ¿Va a dimitir? Sería lo único digno. Pero va a ser que no.