Escribo del tema con total desgana, pero creo que debo hacerlo, ya que lo mencioné en el pasado en varias ocasiones (uno, dos, tres, cuatro y cinco) y quiero cerrar el asunto.
Con toda probabilidad el anuncio de Papandreu de un referéndum no fue precisamente una actitud puramente democrática, sino una apuesta contra la Unión Europea para conseguir condiciones aún más ventajosas. Y perdió. Bueno, perdió él y perdió la democracia. Como dije, los ciudadanos griegos tenían todo el derecho del mundo a decidir si querían hundirse en el abismo de la bancarrota nacional, con un dracma equiparable a cromos y ajustes económicos bestiales vía inflación descontrolada, o por el contrario apretarse el cinturón (también a lo bestia), pero de forma controlada y dentro del euro. Pues nada, que no habrá referéndum. Hay nuevo Gobierno en Grecia, que ha decido aceptar las condiciones de la Unión Europea.
¿Cuándo finalmente Europa empezará a considerar a sus ciudadanos mayores de edad políticamente y les dejará tomar las decisiones directamente por sí mismos? Tal vez nunca, porque los europeos, salvo excepciones como Suiza, no parece que quieran luchar por ser ciudadanos, y prefieren conformarse con ser únicamente votantes.
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