Una auténtica lástima que el PP no apoyara a Susana Díaz como Presidenta de la Junta de Andalucía para dar un primer paso de gigante en la democratización de este país.
Y es que yo nunca antes había tenido la oportunidad de leer un párrafo como el siguiente:
La presidenta en funciones de la Junta de Andalucía planteó llevar a cabo cuantas reformas sean necesarias, «incluida la constitucional», de cara a establecer una segunda vuelta electoral si en la primera algún candidato no alcanza la mayoría absoluta. Esta segunda vuelta sería para las elecciones municipales, autonómicas y generales.
Más allá del brindis al al sol de la mención de las elecciones municipales y generales (la Junta no tiene la menor atribución en el tema), lo que sí era muy interesante fue la mención de las elecciones autonómicas. El PP bien pudo agarrarse a eso como un clavo ardiendo y proponerle a Susana Díaz una especie de Gobierno de gestión sobre el único punto de reformar el Estatuto de Autonomía de Andalucía para implementar allí esa segunda vuelta, y una vez aprobado ir a nuevas elecciones sobre esa base. Estoy casi seguro de que ella lo hubiera aceptado, no tanto por profundizar en la democracia como por mero cálculo electoral, consciente de que el PSOE está en la mejor posición en Andalucía de ganar una elección a doble vuelta. Y a partir de ahí, por contagio, la cuestión pudo haberse propagado por toda la geografía nacional, llegando también a las elecciones municipales, una a una a las autonómicas y posteriormente a las generales.
Pero el PP prefirió en vez de hacer política de calidad (al menos por una vez) seguir haciendo política de alcantarillas (como siempre) y en vez de lo anterior propuso el "intercambio de cromos", pensando que Susana Díaz lo aceptaría por la debilidad en que se encontraba. Craso error, porque Diaz se negó en rotundo.
Curiosamente la carambola política que ha llevado a Susana Díaz a presidir de nuevo la Junta de Andalucía ha sido el necesario apoyo de Ciudadanos a Cristina Cifuentes en Madrid, con lo que dicho partido ha tomado la decision de apoyar al PP en Madrid y al PSOE en Andalucía para dar una imagen a nivel nacional de centralidad y moderación.
¿Y la propuesta de la elección a doble vuelta? Pues no pasará de ser un recuerdo para muy pocos y una ocasión perdida para aún menos. Porque claro, Ciudadanos rechazó de plano la propuesta de la elección presidencial a doble vuelta, completamente conscientes de que por ese sistema ellos conseguirían un ayuntamiento importante o una comunidad autónoma cuando las ranas tengan pelo, además de que se iría completamente al traste su poder (mucho menos del esperado, todo hay que decirlo) de decidir quien gobierna en determinado sitios.
Y así seguimos, con que entre todos la mataron y ella sola se murió, que decía aquel. La democracia española, que digo yo.
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