domingo, 20 de abril de 2008

Losantos rompe definitivamente con Rajoy

El tiempo me juega una mala pasada, pero no quiero desconectar el ordenador sin decir que mi esperada reacción de Losantos al discurso de Rajoy ya se produjo. El artículo es, como cabía esperar, durísimo, y en él creo que rompe definitivamente con el líder del PP, porque después de esas palabras me parece que toda vuelta atrás es imposible.

Respecto a Rajoy, es cada días más evidente que los apoyos mediáticos que le van quedando son los de PRISA. Mala cosa que le apoyen únicamente los que apoyan a los adversarios.

En cuanto a LD, me pregunto a quién van a apoyar si Esperanza Aguirre no se presenta a dar la batalla a Rajoy, o si se presenta y la pierde. Me inclino porque van a apoyar a Rosa Díez.

Finalmente, en cuanto al PP, no puedo estar más de acuerdo con las palabras de Mayor Oreja cuando dice "estamos desenfocando el debate y haciendo lo que no debemos". Pero ojo, que también dice nada más y nada menos que el PP actualmente está atravesando "el momento más difícil y crítico desde la refundación". Es decir, que la cosa no es un juego, sino que está complicada, muy complicada.

Visto desde fuera no deja de ser interesante. Pero no creo que sea muy conveniente para la política española tener un PP en la Oposición que se dedica a destrozarse a sí mismo. O lo arreglan, o, como pintan las cosas, incluso podría llegar a haber una división interna. Vamos, que por el camino que vamos Zapatero va a dejar corto a Felipe González en su récord de permanencia en La Moncloa.

13 comentarios:

  1. Sólo una matización a tu comentario. El diario El País no es un adversario de Rajoy es, sencillamente, un enemigo. Digo esto porque el difunto Polanco dijo, el año pasado, que el PP representaba el franquismo puro y duro.

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  2. "Respecto a Rajoy, es cada días más evidente que los apoyos mediáticos que le van quedando son los de PRISA"

    A Rajoy le apoya ABC y La Razón. La COPE no es de FJL. Más le vale a éste no hacer tonterías no sea que lo larguen a casa. Se piensa que la COPE es suya y el PP también, pero ni uno ni otro son de su propiedad.

    PRISA solo se parte de risa y fomenta la división. Pero ésto solo es consecuencia de la política de intromisión en el PP de FJL y el sinverguenza pedrojota.

    José Luis

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  3. "El diario El País no es un adversario de Rajoy es, sencillamente, un enemigo."

    Capillitas, otro lobotomizado losantosniano.

    Seguid así, tíos, y tenemos Zapatero hasta el 2016. Lo menos...

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  4. Lo que no se puede negar es que nos espera una legislatura movida e intensa. Incluso diría apasionante, si no fuera porque no me apasiona la crisis económica ni el nefasto relativismo del gobierno español.

    Si yo tuviera que inclinarme por alguien en el PP, lo haría por Esperanza Aguirre.

    Saludos a todos.

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  5. Si me llamas de esa forma, "capillitas", creo que me puedo permitir el lujo de decirte que eres un imbécil.

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  6. Este Blog me parece excelente. No solo lo llevo a favoritos; lo enlazaré en el mío.

    Saludos a todos.

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  7. Completamente de aucerdo con Cromwell.
    PRISA no solo es el enemigo del PP sino lo que hace que la Democracia española sea de baja intensidad.
    Nos hemos olvidado ya como mintieron y mintieron a sabiendas del 11 al 14-M?
    PRISA no es mas que el espejo donde se mira todavia una parte de ese franquismo sociologico, de izquierda, Bono, De la Vega, Bermejo o de derechas Elorriaga, Gallardón, Fraga.

    Para capillitas tu madre.

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  8. Todos los que no están de acuerdo ya con Rajoy y se sienten agredidos deberían de presentar su baja en BPR.

    Un saludo

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  9. Cromwell, para mí es Vd. el liberal modélico del siglo XXI. Seguro que Girauta lo incluye en la próxima edición de "La eclosión liberal".

    (Por cierto, ya que lo pillo aquí: ¿es verdad eso de que la globoflexia funciona también con condones?

    http://etimologias2004.blogspot.com/2008/04/prctica-de-globoflexia.html)

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  10. Me duele que Rajoy esté centrado en su seguridad y continuidad, en vez de está ya dándole al cayo y haciendo una oposición feroz desde el principio.

    Argumentos ya ha habido de sobra. Pareció en los debates que Mariano estaba ya desatado pero se ha vuelto otra vez demasiado cauto, nada atento al su adversario, y sí atento a su revuelta interna.

    No hay nada peor que prestar una desmesurada atención a un problema insignificante para que este crezca.

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  11. Yo creo que no se debe apoyar abiertamente a nadie. Abiertamente a nadie. Se deben defender unos principios y el que se acerque a ellos, pues mejor para él en ese medio. Y el que se aleje de ellos, pues peor. Ya habrá otros medios que lo apoyen. Que los hay.

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  12. En primer lugar quiero decir que, como liberal, defiendo las formas políticas y económicas que a nuestro juicio mejor fomentan la libertad y responsabilidad individuales y la capacidad de elegir, es decir, el imperio de la ley y el Estado de Derecho. Celebro cualquier iniciativa que redunde en la eliminación de privilegios y desigualdades entre españoles, el impulso de la libertad económica y la defensa de la civilización occidental frente al autoritarismo, la exclusión y el comunitarismo, vengan de donde vengan. Pero la retórica de los intervencionistas, esos socialistas de todos los partidos, es reveladora porque siempre conciben la libertad como una amenaza y la coacción como una protección
    En suma, si los socialistas rechazan la privatización es porque en realidad aprecian la coacción política, y en la privatización temen el ingrediente básico de la sociedad abierta: la libertad de los ciudadanos.
    El Congreso del PP, seguramente, lo ganará Rajoy porque no tendrá adversarios; ya se ha preocupado él, en los últimos cuatros años, de que no existieran. Todo seguirá descomponiéndose lentamente, si alguien antes no pone remedio.

    Los ataques furibundos contra Esperanza Aguirre contrastan con la oposición dulce que Soraya y los suyos están haciendo con el PSOE en el Congreso. Una oposición de auténtica mesa camilla, donde todo es suavidad, maneras edulcoradas y cesiones. Es la nueva oposición de un PP más preocupado por sus propios problemas internos que por los que provoca Zapatero en la nación, más ocupado en la tarea de reforzar artificialmente el liderazgo de Rajoy que de cantar las cuarenta a un Gobierno que se encuentra a sus anchas con una oposición reducida a mera comparsa parlamentaria.
    La crisis interna del PP es muy grave, y el presidente del partido no sólo no intenta extinguirla, sino que aviva el fuego. Rajoy, nervioso e inquieto, ha arremetido contra Esperanza Aguirre cuando la presidenta de la Comunidad de Madrid ni siquiera ha presentado candidatura. Rajoy está alimentando la crisis interna a fuerza de gritos, demostrando así que está fuera de control y que ha perdido el norte y los objetivos.
    Por otro lado, nadie debería perder de vista que si tenemos que buscar otros culpables en la crisis del PP, el dedo debería señalar a esos "barones" regionales que apoyan al presidente del PP. Todos ellos, sin excepción, saben que Rajoy no llegará al 2012. Por eso alimentan hoy su liderazgo: por simple interés personal. Piensan que alargar la agonía les beneficia y les sitúa en buena posición para una futura sucesión. Así poco se puede esperar del PP.
    Rajoy es políticamente inane, ideológicamente inconsistente, estratégicamente errático, sociológicamente autista, moralmente gregario, estéticamente arcaico, esta es la derechita de fogueo y plexiglás que tan bien encarnan Rajoy y su corte de becarios.

    Porque lo único importante, recuérdese, es la economía y, sobre todo, que la niña aprenda de una vez el inglés. Lo otro da igual. Así que el que se quiera ir al partido liberal, que se vaya. Y el que crea que Alcázar de San Juan no es una realidad nacional, que se largue.
    Otra vez la escena del sofá con Zapatero explicándonos en el telediario de las nueve que a Sor Aya le cabe el Estado en la cabeza. O sea, el Ministerio de la Oposición. O sea, PSOE para otros trece años seguidos.

    Rajoy, en un ataque al liberalismo tan caricaturesco que responde perfectamente a la zafiedad ideológica de los Arriolalobos, va y dice que que hay que ayudar a los que lo necesitan o no han tenido suerte, como si los liberales defendieran otra cosa y como si Esperanza Aguirre no presidiera la comunidad que más ayuda social ha dispensado a los necesitados en toda España

    Mientras tanto PSOE con PRISA, intentando diseñar una “derecha moderna”, es decir, cómoda, blandita y a su gusto, complementaria pero no alternativa.
    y con el respaldo de todos los medios de comunicación que piden su continuidad al frente del PP, que no son, desde luego, un periódico y una radio que hayan apoyado al PP, sino toda la prensa, radio y televisión que ha triturado al PP todos estos años. Y luego, que viva México. En fin, yo espero que Aguirre mantenga la calma.

    Desde que Rajoy anunciase su intención de acudir al Congreso del PP con su "propio equipo" para renovar su liderazgo en el PP y blindar ya, a cuatro años de las elecciones, su tercera candidatura a la presidencia del Gobierno, la prensa más hostil a la derecha, con el grupo PRISA a la cabeza, se ha convertido en el principal apoyo mediático del aun líder del PP. Con el nombramiento de Soraya Sáenz de Santamaría como portavoz parlamentaria y, de facto, número dos del partido, Rajoy ha recabado el aplauso unánime del cordón sanitario mediático.

    La posición de los medios del Grupo PRISA en torno al gran partido de la derecha española tiene mucho más calado que el simple posicionamiento editorial de un medio de comunicación. Tanto Jesús Polanco, antes de morir, como Juan Luis Cebrián han hecho público su interés por lo que llaman "reconstrucción de la derecha". Bajo la coartada de una "derecha moderna" buscan la destrucción, con Alberto Ruiz Gallardón como ejecutor, de la principal alternativa a su aspiración de ejercer un dominio hegemónico en lo político, económico y cultural sobre la sociedad española.

    Incluso El País nos presenta a Pedro Arriola, el sociólogo que ha hecho fortuna en las últimas décadas como asesor áulico primero de Aznar y ahora de Rajoy, sobre quien ejerce una influencia enorme, y que es considerado el padre del los viajes el centro, la moderación, en definitiva, el abandono de los principios del PP y la aceptación de la superioridad moral de la izquierda.

    El ya fallecido Jesús Polanco y Juan Luis Cebrián nunca ocultó su deseo de "reconstruir" el PP para tener una "derecha moderna", a su medida, que no sea nunca alternativa al poder de PRISA. De ahí, el entusiasmo con el que recibe El País el discurso de Rajoy invitando a irse del PP a liberales y conservadores.

    Entonces como a El País le gusta, lo que ha dicho Rajoy no puede ser bueno". Cuando tu enemigo te alaba, es que estás traicionando a los tuyos. No nos resignamos.

    Al parecer, el objetivo de El País, la SER, Público y demás es que el PP -concretamente Mariano Rajoy- gane las próximas elecciones generales. Sólo así se explica que el eterno candidato se sitúe en ese cómodo espacio de centro moderno, europeo y constructivo que el PSOE más radical de las últimas décadas y sus aliados mediáticos, nacionalistas y separatistas, le proponen para llegar a la victoria en 2012.

    No es que el PP se esté acercando al PSOE en ideología, puesto que quienes lo pilotan responden al perfil clásico de derecha (acomplejada, pero derecha), sino que se está acercando al PSOE en cuanto a lo que éste representa en la España actual. La relación entre el PP y el PP de Valencia se parecerá cada día más a la del PSC y el PSOE.

    No es normal que alguien pierda dos veces las elecciones y se apoye en el aparato del partido (reforzado por Aznar frente a la militancia de base) para seguir de Ministro de la Oposición cuatro años más y volver a perder en 2012, y encima trate de echar del PP a cualquier posible rival (o, peor que rival, alternativa ideológica; o ni siquiera, tan sólo cualquier persona que hable de dar la batalla de las ideas).

    No van a votar en junio los militantes, sino los barones. Va a votar el aparato para que siga el aparato. ¿A que está bien? Rajoy nombra a los barones y éstos nombran a Rajoy. Y, así, como quien no quiere la cosa, nos estamos diez años de Ministro de la Oposición.
    Pero afortunadamente existe la alternativa liberal y nacional; alternativa no ya a Zapatero, tampoco a Rajoy, alternativa a la situación política que empezó en España con el Pacto del Tinell, y a la que tantos españoles y tantos liberales tampoco nos resignamos.

    Dar la cara es convocar elecciones primarias en que cada militante, cada afiliado, cada simpatizante, pueda decidir quién es el candidato de su partido. Unas primarias en las que un voto de militante valga lo mismo que el de Camps, que el de Arenas o que el del irreconocible Daniel Sirera.

    Dice Rajoy "Me presento porque me lo han pedido mis compañeros, no ningún periódico ni radio". Rajoy representa a la burocracia del PP, o parte de ella, con ella se identifica y no con la opinión pública ni con las bases del partido. Nada de debate de ideas, sustituido por una retórica vacía, al estilo ZP (algo ha aprendido de él): un partido “moderado, abierto, integrador…”, los demás, lógicamente, no lo son, solo son "doctrinarios". "Si alguien quiere presentarse que lo haga pero sí quiero decir una cosa, yo voy a ser leal a mi partido". ¿Y los que se presenten contra él serán desleales? Ha decidido que el PP sea un partido sin raíces, futurista, economicista, con los principios de la nena angloparlante. Y quienes no estén de acuerdo, “que se vayan”. Poco moderado se le ve, poco dialogante, poco pluralista y poco integrador. Ha perdido las elecciones y está dividiendo al partido: alto perfil contra los disidentes, bajo perfil hacia el gobierno desmembrador de España y de la democracia. Por ahí marcha resueltamente, y ahí yace su famosa honradez. Encontrará la comprensión y el aliento de PRISA y de los aledaños del PSOE.
    Es una lástima que en el, ahora, "su" partido no tengamos cabida los Liberales, aquellos que pensamos que lo que define la existencia humana es el libre-pensamiento y no el borreguismo cerril. Es por ello que, lamentablemente, le comunico que ha perdido mi confianza y que si concurre usted a las próximas generales, esta vez no dudaré entregar mi voto a un partido dirigido por una persona que, al menos, es coherente con sus postulados y aún tengo la ESPERANZA de que alguien que SÍ triunfa en el PP se haga cargo del partido y sea capaz de sacar a España del pozo en el que irremediablemente nos está hundiendo el sr. Zapatero, y de lo que le considero a usted parcialmente responsable, por no saber o haber sabido denunciar y detener a tiempo.

    Rajoy se ha distanciado de los liberales por la vía más dañina para los intereses de su partido: enseñando la puerta a su posible y legítima alternativa, invitándola a largarse a un "partido liberal" que, al no existir, habría que crear. Rajoy intenta ultrajar a la vertiente ideológica del partido que, triunfo tras triunfo, gobierna la más dinámica y próspera administración española, y, de paso, a los medios en que se informan y forman opinión la mayoría de votantes del PP.
    Se comportó como esos tipos resentidos que se vienen abajo ante el adversario y la emprenden a palos con su familia. Se comparó con Aznar porque éste perdió también dos generales. Invocar los sinsabores primerizos de los grandes para igualarse con ellos cuando sólo se acumula ruina es recurso típico de artistas fracasados.
    Hay muy buenas razones para apoyar a la actual presidenta de la Comunidad Autónoma de Madrid de cara al próximo congreso del Partido Popular, en el que podría presentar su candidatura, pero quizá la primera de ellas tenga que ver con el odio visceral que le profesa la izquierda ágrafa.
    La izquierda en general, y la mediática en particular, disfrutó durante un tiempo con tal bajeza, en la creencia de que si convencían a la gente de que Esperanza era más bien cortita desactivarían el peligro de que alguien como ella siga en primera línea de la derecha liberal española. Pero como no han podido conseguir, ahora los ataques vienen por otro flanco.

    Piensen en la perfecta dicción de Esperanza Aguirre, en su claridad expositiva y en su dominio de cuatro idiomas, y escuchen luego cómo todo un ministro del Gobierno del Reino de España se las ve y se las desea para pronunciar "climático" y "ejemplarizante". Qué nivelazo, ¿no? Esto mejora incluso lo de "Pixie y Dixie" de la ágrafa egabrense, esa ministra a la que, según confesión propia, le encantaba pasar horas en el baño leyendo o "hablando con los alcaldes en bragas" (no quiero ni pensar en los sonidos que se escucharían de fondo), y mira que aquello parecía en su día insuperable.

    Desde que el PP perdió las últimas elecciones y convocó un nuevo congreso, El País, autodenominado "diario global", le ha puesto la proa de nuevo, con idéntico resultado que la vez en que un insigne fascista de su nómina (q. e. p. d.) le acusó de padecer su misma enfermedad doctrinal. Los políticos de la derecha, quiero decir, del centro-reformismo-dialogante-progresista, palidecen hasta lo cadavérico cuando El País, o cualquier otro medio del Grupo Prisoe, les dedica aunque sea un suelto en página par. Ante la mera sospecha de que los expendedores oficiales del título de demócrata, todos ellos insignes falangistas que hicieron carrera con Franco, estén valorando la posibilidad de retirarles tan codiciada credencial, entran en un estado de descomposición cerebro-intestinal que les lleva a retractarse y pedir disculpas por existir. Aguirre, simplemente, les devuelve la pulla, pero multiplicada por diez, que es el lenguaje que mejor entiende el retrofalangismo progre reconvertido en izquierda multimillonaria.

    Lo característico de la izquierda es que no soporta que su rival tenga ideas, puesto que en el terreno de la mera propaganda es donde los socialistas cobran ventaja. Un candidato popular que maneje los mismos tópicos progres no es rival para la izquierda, capaz de elevar la apuesta por la demagogia a unos niveles que los populares, por cierto sentido del decoro, renuncian alcanzar de antemano. La izquierda conoce la solvencia de sus votantes, pero la derecha también, de ahí que esta última tenga que llevar mucho cuidado con no sobrepasar ciertos límites en el insulto intelectivo, límites que su rival sobrepasa con la mayor tranquilidad y unos resultados excelentes.

    Precisamente por eso resulta especialmente interesante que aparezca algún candidato a la presidencia del PP capaz de decir públicamente algo como: "Hay que confiar en los ciudadanos, en sus iniciativas, en sus energías, en su creatividad y en su indiscutible afán de prosperar". Esta sola frase, que pone la libertad de la sociedad civil por encima del dictado de los políticos, vale por todo un programa electoral.

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  13. Escuché el podcast de la COPE al medidía y todavía estoy flipando con la dureza de FJL.

    Sigo teniendo la sensación de que con todo esto, con un congreso a dos meses, el único que gana es ZP...

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