Ayer me dio por escuchar la tertulia de Las Mañanas de RNE, algo que, visto el progrerío que la copa, no hacía desde hace varios meses. Me sorprendí agradablemente cuando noté que una de las participantes era Cristina De la Hoz, una periodista cercana al PP que disiente de la posición mayoritaria y que tiene muy buenos contactos en dicho partido.
El detalle que me llamó la atención es que dijo que los líderes territoriales peperos (eso de barones me repele, lo siento) estaban reclamando a Casado que se cargase a Egea, por su evidentemente incompetencia en gestionar esta crisis y porque es un sujeto al que no soportan por su prepotencia, pero que Casado no estaba por la labor.
Hoy la noticia está por todos lados. Con un pequeño añadido. Que ahora amenazan con un Congreso extraordinario si Casado no se carga a Egea. Para, evidentemente, cargarse a Casado.
Puestas así las cosas está más claro que el agua que Egea dimitirá de su cargo, obligado por Casado, para evitar su cese. Porque antes de caer junto a él, Casado preferirá que Egea caiga solo. Es cuestión de días. O de horas.
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