Rebobinemos. A principios del año 2021 Pedro Casado no podía ni soñar con expulsar a Pedro Sánchez de La Moncloa (uno, dos, tres y cuatro). Y llegó la victoria de Ayuso en las elecciones autonómicas madrileñas de mayo. Y todo cambió, con unos datos que colocaban a Casado en La Moncloa con el apoyo de Vox (uno, dos, tres, cuatro y cinco, por poner algunos ejemplos, porque hay más).
Pero de pronto, cuando todo era favorable en las encuestas a Casado (repito, a Casado) llegó la batalla. Hablamos del 20 de septiembre cuando yo mencioné que con ello Casado podría hacer posible un vuelco en las encuestas, ahora completamente favorables a una mayoría absoluta del PP junto a Vox, pero que podrían ponérsele en contra.
Menos de dos meses después la cosa estaba ya muy fea. Era totalmente evidente y siguió poniéndose cada vez peor (uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete y ocho, por poner algunos ejemplos).
Hasta lo de ahora (uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis y siete). Con un reflejo en las encuestas que es simplemente brutal (uno y dos, solo por ejemplo)
Tenía La Moncloa ganada y, pasito a pasito, ahora por no tener no tiene ni segura la Presidencia del PP. Lo dicho. Inconcebible. Completamente.
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