Pablo Casado ha cometido sin duda gravísimos errores al frente del Partido Popular (el peor
de todos nombrar como Secretario General a un sujeto de la calaña de Teodoro García Egea y confiar ciegamente en él). Pero eso no les da derecho a los líderes territoriales a intentar echarle de mala manera. Lo que se le debía exigir, dada la grave crisis en la que está envuelto el PP, es que, conforme a los estatutos, dé voz a la militancia en el plazo más breve posible (que aparentemente es de un mes). Y, por supuesto, tiene todo el derecho a presentarse de nuevo como candidato a Presidente del PP. Y que la militancia decida en esa extraña vuelta y media.
Pero en el PP parece que lo que quieren es sacar a patadas a Pablo Casado para sustituirle de prisa y corriendo por Alberto Núñez Feijóo, que habla de que quiere hacer todo democráticamente, pero a la vez pone como condición para ser Presidente que sea un "candidato de consenso", o sea, que nadie más presente su candidatura, porque no quiere tener que medirse a otro candidato en unas primarias.
Finalmente, tras la larga reunión con los líderes territoriales del partido, parece que Casado se comprometió a no presentarse a la reelección a cambio de que le dejen seguir siendo Presidente del PP por un mes más. Evidentemente él sabrá las razones por las que ha tomado esa decisión. Pero en cualquier caso me parece una enorme estupidez sustituir a Casado por Feijóo, un hombre que es imposible que llegue a ser Presidente de Gobierno, por el dosier secreto que hay sobre él y que aparecerá cuando más daño le haga.
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