Lo de la guerra abierta
de Casado contra Ayuso empieza a ser una auténtica bufonada. Ya apuntaba maneras con
las informaciones de la existencia de detectives, negadas por el PP, faltaría más, que amenazaba con “medidas judiciales ante estas falsedades”... para al día siguiente dimitir Carromero por el asunto.
Pero lo de llamar a Moncloa para saber (y se supone que creer en su palabra) si desde Génova les han pasado un dosier contra Ayuso, dicho por el propio Casado como si tal cosa, es de vergüenza ajena. No me extraña que en la tertulia de ayer en Las Mañanas de RNE se burlarán inmisericordemente del pepero por este asunto, hablando, y con razón, de que sonaba a las llamadas de teléfono de Gila.
Pero lo que, por ahora, bate todos los records es lo de que Casado presumiera de que tenía datos fiscales y bancarios del hermano de Ayuso. Unos datos cuyo origen, según expertos tributarios, solo puede haber tenido un origen: delictivo. Con lo que nos encontramos con que Pablo Casado, Presidente del Partido Popular, puede estar haciendo uso de unos datos cuyo origen es un delito contra Isabel Díaz Ayuso, Presidenta de la Comunidad de Madrid, del Partido Popular como él, para acusarla de corrupción, acusación para la cual por ahora no ha aportado ninguna prueba. Nada más y nada menos. Ya tan solo nos faltaría ver a Casado inmerso en un lío judicial a partir de, por ejemplo, una denuncia contra él del hermano de Ayuso por revelación de secretos o semejante; algo que a estas alturas con toda seguridad ya se está estudiando, independientemente de que se lleve a la práctica o no.
Les dijo Ayuso que "sois una puta mafia" (con perdón). Pero es que ni eso. Son, en todo caso, unos aprendices de mafiosos. Unos mafiosillos de tercera regional. Lo dicho, es tener a Mortadelo y Filemón en Génova 13. Y que me perdonen los entrañables detectives por compararlos con estos ineptos. Pero bueno, dicen que no hay mal que por bien no venga. La verdad es que me estoy divirtiendo de lo lindo con todo este sainete de cuarta.
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