jueves, 12 de mayo de 2005

Elección presidencial directa por los votantes

Como es sabido, en el sistema parlamentario español el Presidente del Gobierno no es elegido por los votantes, sino por el Congreso de los Diputados. Ello es, en mi opinión, un gran deficit democrático, porque en ningún caso garantiza que sea elegido como Presidente quien tendría el mayor apoyo por parte de los ciudadanos.

Recuerdo que hace años, en la elección para alcalde en Guadalajara posterior a las elecciones municipales, quien ganó la alcaldía, de los tres partidos con representación en la municipalidad, fue el partido con menor número de concejales. Ello fue así porque el partido que quedó segundo prefirió darle la alcaldía al tercero en vez de permitir que el ganador la ocupase.

Hasta ahora en el sistema español, en las elecciones generales, ha sido siempre Presidente de Gobierno el líder del partido ganador, pero técnicamente es posible que el ejemplo de Guadalajara se pudiera trasladar a la política nacional.

Otro caso que es posible es la muerte o dimisión del Presidente del Gobierno. En dicho caso es el Congreso de los Diputados, sin que la opinión de los votantes cuente para nada, quien decide el nuevo inquilino de La Moncloa. Y de ello ya hemos tenido una experiencia en España, ya que cuando Adolfo Suárez dimitió como Presidente de Gobierno, el elegido para sustituirle fue Leopoldo Calvo-Sotelo, algo completamente impensanble cuando se celebraron las elecciones donde la UCD, con Suárez como líder, ganó las elecciónes generales.

Pero es que, además, ante una ajustada votación de los ciudadanos (un virtual empate a escaños entre los dos partidos más votados), lo que ocurriría es que la decisión quedaría ¡en manos de los partidos menos votados del Congreso! Es decir, algo totalmente antidemocrático. Por descontado que todo apunta a que venderían sus votos al mejor postor, y a un precio que deberían pagar los ciudadanos.

Por ello considero la elección del Presidente del Gobierno de España (que podría incluir un Vicepresidente e incluso un tercer puesto, para los casos de muerte o dimisión del Presidente) debería ser en votación directa de dicho cargo por los ciudadanos, en un sistema con segunda vuelta para los dos más votados en el caso de que ninguno obtuviera mayoría absoluta en la primera vuelta. Con dicho sistema de doble vuelta se asegura que, en el caso de que ningún candidato obtenga la mayoría absoluta de los votos en la primera vuelta, los pactos con los partidos minoritarios sean claros y finalmente apoyados o rechazados por los votantes.

Un sistema de elección a doble vuelta que, dicho sea de paso, además de para la Presidencia del Gobierno, sería el apropiado también para autonomías y alcaldías, dejando la decisión directamente en las manos de los votantes.

3 comentarios:

  1. De hecho, dado que las alcaldía poder legislativo no es que tengan mucho, creo que con la elección del alcalde bastaría.

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  2. Bueno... el Presidente del Gobierno es eso, y no el Jefe del Estado, como lo sería el Presidente de una República cualquiera.
    No veo mal que el partido más votado, ponga a quien se presenta ya a las elecciones como presidenciable. Pero tu opción no me parece mal, por supuesto.
    Saludos liberales.

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