Pinché para ver los números y me encontré con que Twitter me devolvió esto:
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Estos de Twitter con sus errores, fue lo que pensé. Y me fui directamente a la cuenta de Luis del Pino. Y esto fue lo que me salió:
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Uno piensa que un periodista teóricamente serio no va a caer en estos infantilismos censuradores. Y digo bien, censuradores, porque yo nunca he comentado en la cuenta de este hombre, así que solamente busca censurar información; e infantalismos, porque bloquear en Twitter para impedir información es algo verdaderamente estúpido, ya que tan solo hace falta poner el navegador en modo private para poder acceder a la cuenta que el dueño no quiere que uno vea. Ejemplo:
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Pero me pregunto la razón del bloqueo. ¿Será porque mencioné su relación con El Yunque (uno y dos) y su islamofilia? ¿O será porque le han llegado rumores de la investigación periódistica (lo pongo en cursiva porque soy un periodista frustrado, como he dicho tantas veces) que estoy llevando a cabo desde hace algún tiempo sobre su oscuro pasado de los años ochenta?
Tranquilo, Luis, que por ahora no lo voy a publicar, porque solamente estoy recopilando datos. Pero tampoco tan tranquilo, Luis, que cuando tenga esos datos los haré públicos. Y mientras tanto puede seguir ejerciendo de censor. Algo que usted sabe hacer muy bien. Ya sabe a lo que me refiero.
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