Aquí en Estados Unidos no es oro todo lo que reluce

Recuerdo que mientras yo estaba en Arizona un mexicano me contó que trabajó junto a su esposa durante un tiempo en un rancho en Texas; ella se encargaba de las tareas de la casa y él trabajaba en los arreglos en el exterior. Les trataban bien y no les pagaban mal. Solo había un problema. Las noches. Durante el día todo el rancho estaba tranquilo, pero en las noches llegaban automóviles, después se escuchaba mucho movimento y finalmente los automóviles se marchaban por donde habían llegado. Y cuando llegaba el día, nada, absoluta normalidad. Me dijo que él lo habló con su mujer resumidamente más o menos en estos términos: "o nos vamos de aquí cuanto antes o tal vez no salimos de este rancho, ni vivos ni muertos, porque nos matan y nos entierran aquí mismo". Después se inventaron una enfermedad de la madre de ella, añadiendo que irían a cuidarla y luego regresarían a sus trabajos (no querían decir que se iban para no volver, porque pensaban que era correr mucho riesgo). Y se marcharon para no volver jamás.

Cuento esto a tenor de lo que escribí hace unos días sobre los trece hermanos secuestrados y torturados por años por sus padres. En Estados Unidos casi nadie se mete en la vida de otros. El americano es generalmente individualista, mucho más en las zonas rurales, donde en muchas ocasiones se llega al aislacionismo. Recuerdo como me sorprendió al llegar a Estados Unidos ver en las cercanías de Tucson casas construidas en zonas casi inaccesibles.

Me acuerdo que el hombre de la historia con la que empecé este texto me dijo que desde que dejaban la carretera y empezaban a entrar en el rancho hasta que llegaban a la casa tenían que transitar en automóvil más de cinco minutos. Y hay casos en que la vivienda está aún más lejos de la entrada.

Y nadie pregunta nada. Todo el mundo (o casi) cree en la libertad y en la privacidad. Así que si alguien no quiere dar explicaciones de su vida, o se muestra poco o nada social, nadie se preocupa. Es su derecho. Punto.

¿Qué pasa por las mentes de esas personas que no se relacionan con nadie? ¿Qué sucede en esas propiedades alejadas de todas partes? Nadie lo sabe. Posiblemente en algunos casos han pasado, pasan y pasarán cosas terribles que nadie descubrirá jamás.

Que nadie me malinterprete. Sigo defendiendo la total libertad individual y la absoluta presunción de inocencia. También ambas para irse a vivir incluso al lugar más alejado de la civilización que se pueda si así es el deseo. Lo que pasa es que a veces (solo a veces) tras ello hay oscuros secretos que también a veces mucho me temo que nunca se llegan a descubrir.

Vivo en Estados Unidos y este país me gusta por muchas razones. Pero tengo que reconocer que no es oro todo lo que reluce.