No me considero republicano. Tampco demócrata. En las últimas elecciones estadounidenses hubiera querido que ganara Gary Johnson, quien fuera Gobernador de Nuevo México con el Partido Republicano por ocho años, y que se presentaba como candidato a Presidente por el Libertarian Party. Pero claro, en este país en ese punto la Presidencia es cosas de dos, así que, como mal menor, y con la nariz tapada, me incliné por la elección de Donald Trump (sobre quien mi opinión negativa es manifiestamente conocida) en lugar de Hillary Clinton, al menos por tres razones: la defensa de la vida del no nacido, la defensa de la libertad religiosa y la defensa de Israel (que no son poco).
Y ganó. Así que Hillary Clinton es pasado. Y Donald Trump, junto a su Vicepresidente, Mike Pence, son el presente. Mi opinión negativa, repito, sobre Trump es clara. Lo fue ya en la campaña. Hubiera preferido con mucho a Ted Cruz o a Marco Rubio como candidato republicano, y creo que cualquiera de los dos hubiera ganado a Hillary Clinton; pero bueno, eso ya es política-ficción. Hoy el Presidente es Donald Trump. Y mi opinión extremadamente negativamente de él sigue siendo la misma.
Ahora bien, me parece curioso que casi cada vez que escribo en este blog contra Donald Trump aparezca algún comentario relacionándome, directa o indirectamente, en serio o irónicamente, con el progrerío estadounidense. Lo que yo defiendo desde que Trump llegó a la Presidencia es que sería infinitamente mejor para este país que fuera Mike Pence quien ocupare dicho cargo.
Se me ha dicho en este blog también, cuando ha salido el tema en los comentarios, que fue Donald Trump quien eligió a Mike Pence como candidato a Vicepresidente. Y sin duda con toda la razón. Pero esa elección de Trump no fue ni mucho menos caprichosa o casual, sino que la hizo a sabiendas que por su forma de ser y estilo de vida muchos cristianos evangélicos podían abstenerse, pero colocando a Mike Pence a su lado era probable que esos mismos cristianos evángélicos se decidieran por apoyar el tándem Trump-Pence. Y le salió bien. Por lo tanto hay que hacer notar que muchos votantes se inclinaron por votar a Trump no por sí mismo, sino porque llevaba junto a él a Pence.
Llegados a este punto tengo completamente claro que, en lugar de un payaso inmoral mentiroso impulsivo comprometido con una potencia extranjera como Donald Trump, sería mejor que la Presidencia de Estados Unidos estuviera ocupado por un, en principio, hombre serio, cristiano, moral, honesto y equilibrado, libre en política exterior, como Mike Pence. Los ejes en la política conservadora serían los mismos, pero no estaríamos expuestos a los vaivenes y las extravagacias (más las posibles hipotecas en política exterior) del pelirrojo.
Y es que, para ir terminando, quiero anotar un par de anécdotas. Leí no me acuerdo donde que, no recuerdo si en campaña o tras haber ganado la elección, una vez que Mike Pence fue al teatro con su hijo (de unos veinte años) parte de los espectadores empezaron a abuchearle, mientras otra parte, ante esos abucheos, empezaron a aplaudirle; la situación hizo que el hijo se sintiera muy incómodo, ante lo que Mike Pence le dijo serenamente "tranquilo, hijo, lo que estás viendo es bueno, porque es una muestra de la libertad que hay en América" (¿cuál hubiera sido la reacción de Trump en esa escena?). Esta actitud contrasta con las iras fuera de control de Donald Trump contra todo aquel que se atreve a criticarle, hasta el vergonzoso punto de que osa escribir en Twitter contra los padres de un militar caído en combate o contra la viuda de otro militar también caído en combate.
Así que, resumiendo la cuestión, creo que, como mal menor, fue bueno que Trump le ganara la Presidencia a Clinton. Pero también creo que sería infinitamente mejor que esa Presidencia, en lugar de Donald Trump, estuviera ocupada por Mike Pence, por la vía de la destitución o la dimisión de Trump. E igualmente creo que eso no me convierte en progre. Porque, dicho sea de paso, mi opinión es exactamente la misma que la de muchos dentro de las filas del Partido Republicano. Lo que pasa es que ellos por conveniencia se la callan. Y yo no.
En política rara vez hay algo bueno, casi siempre se trata de elegir el mal menor.
ResponderEliminarEn ese caso estoy completamente seguro que el mal de Mike Pence sería mucho menor que el de Donald Trump.
EliminarHay una diferencia no demasiado sutil entre ser un crítico de acciones de Donald Trump (estar "en contra" de Donald Trump no tiene sentido salvo para la izquierda) y ser un palmero de quienes están buscando, de la manera que sea, dar un golpe de estado y subvertir la votación de Nov-2016.
ResponderEliminarNo sé si por "golpe de estado" entiendes querer que asuma la Presidencia un hombre más conservador que Trump y, sobre todo, mucho más estable y previsible e infinitamente más cuerdo (además de elegido por los votantes, "pequeño" detalle).
EliminarHola José:
ResponderEliminarAunque yo sí soy pro-Trump (o al menos no anti-Trump) creo que sí es compatible estar contra Trump sin ser progre.
En mi caso, estoy en contra de Steven Seagal el cual, por si no lo sabes, vive en Rusia y es pro Putin. Aunque él sea muy crítico con los progres, yo sin serlo también estoy en contra de él, sobre todo por su hipocresía de haber aceptado la ciudadanía rusa y vivir en Moscú mientras el país sufre mucha pobreza y criminalidad (aparte de tener más porcentaje de musulmanes que Francia, Bélgica, Suecia, Austria o Alemania). Como bien señalaste aquí, está más cerca del Tercer Mundo que del Primer Mundo, y el lo pone como ejemplo al igual que los de Podemos a Venezuela. Y como culé, reconozco que es la misma hipocresía que Xavi cuando habla de Cataluña desde Qatar.
Dicho esto, por supuesto es 100% compatible estar contra Trump siendo un right-wing conservative, sobre todo con los argumentos que expones, aparte de que los progres también odian a Mike Pence, como muestra la anécdota del teatro.
Un saludo
Lewis, te echaba de menos por aquí.
EliminarY gracias por tu apoyo, así no me siento tan solo :)
No tenía la menor idea sobre lo que está pasando con Steven Seagal. Efectivamente es un acto de enorme hipocresía poner como ejemplo a seguir un país casi del tercer mundo, con una corrupción galopante, con una democracia muy cuestionable, etc. etc.
Otro saludo para ti.