Que si nuestro único candidato es el MHP Puigdemont, que si el Gobierno ha hecho un fraude de ley, que si el TC está interfiriendo en la democracia catalana, que si tal y que si cual. Muchas palabras, muchas. Pero ni un
solo paso fuera de la ley. Ni uno.
Y es que nos encontramos con un señor, Puigdemont, que en su día lideró la proclamación de la República de Cataluña... para luego salir por piernas a Bruselas por no querer dar la cara y preferir esconderse sin ser consecuente con sus actos (palabras de Junqueras que apuntaban al susodicho), dejando tirados a sus seguidores, algunos de los cuales pasaron por la prisión. Pues bien, este señor va más allá y ahora exige que, mientras está comodamente instalado en Bruselas, los que están dando la cara en Cataluña tomen decisiones ilegales a favor de él que con total seguridad les van a llevar a la cárcel.
Y claro, como que no hay muchos dispuestos a acabar en la cárcel por un hombre que está huido de la Justicia viviendo a cuerpo de rey. Y digo "no hay muchos" porque sin duda haberlos haylos, los tontos útiles que van a las manifestaciones y se han creído y siguen creyéndose las mentiras que, una tras otra, les han contado desde que empezó el procés. Pero no hay ni uno en las alturas políticas independentistas que vaya a sacrificar su libertad para que Puigdemont pueda seguir con sus delirios, él sí en libertad.
Así que eso fue lo que ayer hizo el presidente independentista del Parlamento de Cataluña, Roger Torrent. Y eso es lo que va a seguir haciendo. Respetar escrupulosamente la ley de España. Al tiempo. Que este hombre va a preferir escarmentar en la cabeza de Carme Forcadell que en la suya propia.
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