Me ha hecho mucha gracia leer que los Jordis y Forn han hablado de actuar "de acuerdo a la ley y a la Constitución". A lo que hay que sumar que Carme Forcadell ha renunciado a volver a presidir el Parlamento de Cataluña. Y sobre lo anterior añadir la payasada a distancia de los cobardemente huidos
Puigdemont y cia.
Lo único que ha habido que hacer para ablandarlos o que salieran corriendo ha sido aplicar la ley. Es todo. Y todos han ido cayendo, como fichas de dominó puestas en hilera. El Estado de Derecho ha triunfado sobre el desafío independentista. Y esta victoria debe marcar el camino para posibles desafíos futuros (que, visto lo visto, son bastante improbables).
Sin duda aún nos quedarán por contemplar algunos episodios más en el teatrillo independentista. Pero tan solo nos darán risa. El tiempo del temor es cosa del pasado.
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