Le faltó tiempo al Fiscal General del Estado, Conde Pumpido, para arrodillarse servilmente ante las exigencias de la banda asesina, diciendo que pediría a los fiscales que hicieran llegar a los jueces que valoraran el comunicado etarra a la hora de tomar decisiones. La verdad es que no sorprende la actuación de este hombre, que ya se mostró preocupado porque un asesino en serie como Parot pudiera pasar muchos años en prisión. Pero sí me sorprendió la rapidez y la desfachatez con la que procedió a acatar las exigencias de los etarras.
Como sería la cosa, que Bono tuvo que poner al personaje en su sitio, diciendo lo evidente, que las instituciones del Estado no están en tregua. Pero es que ahí no queda la cosa, porque hasta la misma Vicepresidente del Gobierno tuvo que tomar cartas en el asunto, calificándolo todo como un malentendido, intentando sacar del atolladero a este hombre, pero sin dejarle en evidencia.
En fin, que este es el Fiscal General del Estado Español, un fulano que está ansioso por contentar rápida y abundantemente a los enemigos de España. Así son las cosas.
Ya sabes, el proceso de paz.
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