Ultimamente no puedo estar muy conectado a la cosa noticiosa. Por eso cuando me conecto y me entero de que ETA está en plena campaña de atentados, no puedo evitar pensar la frase que da título a este texto.
Y es que mientras el Presidente de Gobierno de España se desgañita hablando de tregua, de paz, de fin de la violencia, y palabrería semejante, ETA sigue a lo suyo, que es cometer atentados, chantajear, y de paso emitir comunicados donde pone de manifiesto que (por supuesto) si un día se plantea desaparecer será a cambio de altísimas concesiones políticas.
Y, además, Zapatero distanciándose cada vez más de las víctimas del terrorismo, que, aunque sea duro decirlo, es lo mismo que acercarse cada vez más a los asesinos.
A lo que cabe añadir que conceptos tan básicos como "acabar con ETA" simplemente no figuran en el vocabulario de Zapatero.
Evidentemente, estamos ante un Presidente de Gobierno que de dignidad (en términos políticos) no sabe nada. Pero es que cada vez está peor.
Creo que habría que precisar más:
ResponderEliminar- si hablamos de ETA yo asumo que el presidente del gobierno está en mi bando, aunque no le vote.
- es cierto lo que dicen desde la izquierda, hay que intentar acabar con ello. Y en ello siempre te van a dar tortas.
- no todas las víctimas han estado de acuerdo en la forma de oponerse. Y da igual que estén en el lado del PSOE, son víctimas también.
Creo que el problema grave es haber roto el consenso, el no intentar a pesar de que muchas veces el PP no lo ponga fácil (seamos honestos) crear una base de acercamiento al problema común. Esa es la raya que ha cruzado que es incorrecta. Aún con un PP plenamente inmovilista, el presidente del gobierno en esta cuestión, como en la del estatuto de cataluña, no puede dejar al país son consensos mínimos porque el precio a largo plazo es alto.
En la división ETA tiene la sartén por el mango. Pero eso no significa que la oposición tenga que apoyar al gobierno aunque se equivoque-Felipe González dixit.
ResponderEliminarCuando las cosas iban bien (en gran parte por la aportación de Zapatero al pacto antiterrorista) una carta en la mesa de su despacho, una carta que siempre llega cuando hay cambio en la Moncloa, cambió el rumbo. La experiencia nos dice que ETA siempre pretende engañarnos, que jamás ha renunciado a sus pretensiones y a conseguirlas con cualquier medio. Que jamás se ha arrepentido, y que utilizará la violencia o la paz según le convenga a sus propósitos. La paz para ellos es pura estrategia, igual que la violencia.