domingo, 15 de junio de 2008

Estados Unidos recupera la dignidad

En bastantes ocasiones he escrito sobre la aberración jurídica y la indignidad que supone mantener a los presos de Guantánamo en ese limbo legal en que los pretende tener el Gobierno de Estados Unidos (pueden buscarse los textos en la sección de Estados Unidos del blog, pero como ejemplos están éste, éste, éste y éste). Pero esta vez al respecto del tema tengo que decir que hay dos buenas noticias, desde el punto de vista de la dignidad y de la justicia, sobre los presos detenidos por Estados Unidos en Guantánamo.

Por un lado, el hecho de que los dos candidatos a la Presidencia de Estados, McCain y Obama, tengan decidido cerrar la prisión. Es decir, estamos hablando de que, en cuanto la política se refiere, los días de Guantánamo como centro de detención están en cuenta atrás a fecha fija.

Por otro lado, y más importante aún, que la Justicia de Estados Unidos, por medio del Tribunal Supremo, haciendo gala de una verdadera independencia del Poder Ejecutivo, haya decidido que dichos presos tienen derecho a que sus casos sean vistos por tribunales civiles de Estados Unidos. Lo anterior da un giro total a la situación legal de estos presos, que, ahora sí, podrán recurrir sus casos ante la verdadera justicia estadounidense, evitando la particular justicia que se había creado para ellos.

Con estas decisiones, particularmente la última, Estados Unidos recupera la dignidad en materia de defender los derechos legales de estos presos. Una vez repito que ninguno de estos fulanos merece la menor de mis simpatías; y precisamente por ello con más motivo deben ser tratados justamente, para que no tengan el menor resquicio al victimismo, y para que sean condenados con todas las garantías legales, lo cual va a ser así.

5 comentarios:

  1. "Lo más inteligente ahora será matarles directamente.

    (...)

    La alternativa a Guantánamo es el francotirador.

    (...)

    La razón es que la detención de terroristas con arreglo a las normas de un tribunal civil requiere más publicidad y por lo tanto ponen en entredicho la necesidad de mantener ciertos procesos en secreto.

    (...)

    Los militares y los servicios de inteligencia tienen que, por necesidad, guardar silencio sobre las formas que usan para obtener su información.

    (...)

    Los terroristas tienen derechos, sí: tienen el derecho a dejarnos en paz ó morir".


    ¿Que liberal ha dicho todo eso? Sí, has acertado

    ResponderEliminar
  2. Por mas que Alfredo sea uno de esos muchos ultraconservadores con pellejo de liberal puesto, le doy la razón. Los terroristas, desde el momento en que para conseguir sus fines matan y torturan indiscriminidamente, pierden su condición de personas y pasan a ser sub-humanos. Y como a tales, se les puede y se les debe aplastar sin miramientos de ningún tipo.

    El nazismo no fracasó porque una "plataforma cívica de todas y todas por la paz y el folleteo" convocase una manifa con las manos pintadas de blanco, una campaña con lacitos amarillos ("yo también soy judío") ni porque hiciesen una mesa de debate para "abrir vías de entendimiento intercultural" con las Stormbleichtung. Muy al contrario, los nazis fueron repelidos por la fuerza, e incluso juzgados y ejecutados sumariamente tras perder la guerra. Las gilipolleces de "concienciar a los jóvenes y las jóvenas contra la violencia militarista" vinieron mucho después, de mano de una panda de jipies fumetas que reclamaban para sí el árbol que sus abuelos regaron con la sangre de los tiranos. Últimamente se le ve un poco mustio.

    ResponderEliminar
  3. @Florecilla Silvestre:

    Es muy peligroso considerar al culpable de un delito, por muy repugnante que sea, como un ser sin derechos, que puede ser sometido a tratamientos degradantes y dañinos para su integridad física o moral, porque entonces nos estaríamos olvidando de uno de los fundamentos que han basado nuestro sistema legal desde la aparición del liberalismo: la importancia de la persona como un fin en sí mismo, y no como un medio para conseguir otro fin. En ese caso estaríamos tratando al hombre como un instrumento para lograr un objetivo (evitar la corrupción de la sociedad, educar a la población, eliminar o apartar a seres antisociales...).

    ¿De verdad puede destruirse la personalidad de un sujeto, por muy abominables que sean los actos que haya cometido, para salvaguardar preventivamente a la sociedad? La respuesta del ciudadano medio será un sí rotundo. Pero si tratamos de dejar a un lado nuestras naturales ansias de venganza, deberíamos darnos cuenta de que el valor de una persona está por encima del de sus actos.

    Olvidarnos de esto sería igual a valorar a un hombre en función de su utilidad para la sociedad y, por tanto, emplear a las personas como medios, y no como fines en sí mismos.

    Desde el siglo XVIII, las sociedades occidentales, en un proceso de paulatina humanización, hemos ido eliminando aquellas penas que resultaban inhumanas y degradantes, y nos hemos librado de la tortura, de la pena de muerte, de las penas infamantes... y nos hemos ido quedando con las penas que considerábamos más efectivas, no sólo para castigar al culpable, sino también para reinsertarle en la sociedad. Considerar que la pena tiene como objetivo reinsertar al delincuente, además de castigarle en función de su culpabilidad, ha servido para limitar el poder punitivo del Estado y para humanizar el cumplimiento de las penas.

    Textos extraidos de aquí

    ResponderEliminar
  4. "Las gilipolleces de "concienciar a los jóvenes y las jóvenas contra la violencia militarista" vinieron mucho después, de mano de una panda de jipies fumetas que reclamaban para sí el árbol que sus abuelos regaron con la sangre de los tiranos. Últimamente se le ve un poco mustio."

    Florecilla...¡por primera vez, creo, estoy de acuerdo con usted! no hay otro recurso que no incluya la posibilidad del uso de la fuerza. Los "do gooders" como les llaman en EEUU a toda esta gente nunca han salvado a nadie de la tiranía...ni del nazismo, ni del comunismo más sangriento...los terroristas se han saltado voluntariamente todas las normas de las costumbres civilizadas. ¿quieren fuerza? tendrán que probar su propia medicina.

    Ah y por cierto: mucho citarme pero no tienen ni un solo argumento novedoso en contra. Siempre es lo mismo: ¡uy qué horror, no a la guerra! En la guerra, en el campo de batalla, no existe la presunción de inocencia. Dejar ya de payasear con un tema tan serio que va a provocar miles y miles de muertes (de sus amados terroristas y de los soldados civilizados que protegen nuestras libertades).

    Me gustaría ver al tal Mario sin la protección de sus derechos, me gustaría verle expresarse así de forma tan libérrima como hace en un país musulmán.

    Los soldados se han comportado mayoritariamente bien contra esa gentuza y protegen nuestras libertades (incluidas las de nosotros los europeos que dos veces nos salvó USA)...se han comportado como gente civilizada: tienen todo mi apoyo.

    ResponderEliminar
  5. La dignidad como concepto geográfico: sácamelos de esta cárcel y métemelos en esta otra.

    ResponderEliminar

Después de siete días de la publicación de un artículo todos los comentarios necesitan aprobación.