Seguimos con el bocazas de la Casa Blanca, que al parecer está "extremadamente preocupado" por las nuevas revelaciones de WikiLeaks. Claro, ahora le toca a él probar la medicina, y parece que no le gusta. No es lo mismo que cuando las revelaciones le beneficiaban, momento en que llegó a exclamar un vomitivo "¡Amo a WikiLeaks!" Y la historia no ha hecho nada más que empezar, mister Trump.
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