martes, 28 de marzo de 2017
Y seguimos con el culebrón rusotrumpista
La conexión rusa de "la campaña de Trump" sigue y sigue... y acercándose al centro, o sea, a él. Ahora a quien le toca es al yerno del Presidente, por unas extrañas (o no tanto, depende de como se mire) conversaciones con el omnipresente en toda la trama embajador ruso y con el presidente de un banco ruso con sospechosas conexiones con el Kremlin. Repito, cada vez más cerca del centro del círculo, cada vez más cerca...
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Creo que ya dejé escrito, en un contexto en el que la posible futura Presidenta de USA, que había equiparado al presidente ruso con Hitler, y cuya más que probable secretaria de estado, la “neocon” Victoria Nuland, había auspiciado un golpe de estado en Ucrania valiéndose de fuerzas de choque neonazis; era lógico que la candidatura oponente intentara tender puentes con ese estado que tan atacado había sido por la administración Obama. Deducir que en esas reuniones se pudiera estar coordinando una “conspiración” para subvertir las elecciones es sólo producto de mentes o infantiles o patológicas.
ResponderEliminarLas revelaciones publicadas por Wikileaks, que sólo evidenciaban que la cúpula del Partido Demócratas y el equipo de Clinton se coaligaron para torpedear la candidatura de Sanders (o sea, subvertir el proceso electoral interno del Partido Demócrata) y constatar que Killary Clinton reconocía que tenía un discurso público y otro privado, pudieron favorecer que muchos votantes demócratas desencantados optaran por Trump pero el hipotético papel del régimen ruso en esta filtración cada vez está más cuestionado. (http://www.zerohedge.com/news/2017-03-24/what-crowdstrike-firm-hired-dnc-has-ties-hillary-clinton-ukrainian-billionaire-and-g)
De todas formas, a quien sea que haya filtrado esos datos, lo más probable es que se tratara de ejecutivos desafectos del partido Demócrata, asqueados con la corrupción imperante en el partido, debiéramos agradecerle su labor que nos ha corroborado lo que muchos ya sosteníamos, la naturaleza corrupta de Clinton y el “establishment” que la ampara.
En cambio, querer rebajar la tensión con una potencia nuclear, sin duda corrupta y en muchas ocasiones tiránica, como es la actual Federación Rusa, es una labor digna de encomio. Aunque ahora los demócratas y sus “presstitutes” clamen contra Rusia, si hubiera ganado Clinton, los elementos más sensatos de su gobierno hubieran tenido que hacer las mismas gestiones diplomáticas. Aunque, claro está, es también probable que se impusieran los “neocon” que ansían una nueva guerra que bien puede amenazar la existencia misma del género humano. Esa es la disyuntiva relevante, o negociaciones discretas para poner fin a la “guerra económica” contra Rusia (sanciones impuestas tras ese extraño derribo de un avión en Ucrania) o dar vía libre a los locos que están dispuestos a llevarnos al “armagedon”
(http://www.zerohedge.com/news/2017-03-28/dick-cheney-says-russian-meddling-american-election-could-be-considered-act-war)
El problema aquí es solamente uno: si hubo acuerdo entre Trump y Putin, ¿qué le ofreció Trump a Putin a cambio de que este último le ayudara a llegar a la Presidencia de Estados Unidos?
EliminarCreo que no termina de comprender una cosa esencial. La presidencia de USA no depende, en lo que yo sé, del poder arbitrario de Putin. Todavía USA sígue siendo una República Constitucional y la presidencia depende del voto del colegio electoral, constituido en base a la votación popular. Al no ser Putin ciudadano americano no pudo votarle aunque, de poder haberlo hecho, no me cabe duda que hubiera optado por Trump antes que por Killary Clinton. A pesar de todo, coincido en que Putin es un tipo inteligente.
ResponderEliminarOtra cosa es que a Putin, en calidad de Presidente de la Federación Rusa, le interesara o prefiriera a Trump en el despacho oval antes que a Clinton, quién le comparó con Hitler, y tenía en su equipo a Nuland, instigadora del golpe de estado en Ucrania valiéndose, nunca me canso de repetirlo, de fuerzas de choque neonazis. Ni que decir tiene que Clinton tambíen tenía en su CV los tratos con la Hermandad Musulmana, grupo terroristas para el estado ruso.
En fin, la elección era entre el mal absoluto y lo desconocido.
Trump, como Putin, no es ni un loco ni un tonto, sabe que para los negocios (es un negociante) las guerras nunca fueron buenas. Lógico resultaba para ambas partes, disipada gracias al voto de los estadounidenses la posibilidad de una presidencia de Clinton, era lógico que ambas partes buscaran la distensión.
Tan difícil es entender que la paz es positiva para ambas partes. ¿Es preciso recurrir a alambicadas teorías conspiratorias para justificar que la administración Trump busque reestablecer una sana cooperación con su vecina potencia nuclear? Yo desde luego, no comprendo esa enfermiza forma de razonar.
No he hecho mención previa, porque le presupongo informado al respecto, pero me gustaría añadir que la autoría del"hackeado" de las cuentas de correo de miembros del comité nacional demócrata y el equipo de Clinton (esos mismos correos en los que se plasmaba el contubernio entre el pretendido árbitro y uno de los contendientes para ningunear al aspirante Sanders y privarle de la candidatura demócrata amén de certificar el más que notorio apoyo de la casi totalidad de medios de comunicación estadounidenses), que ha sido atribuida a rusos, presuntamente al servicio del Kremlin, está claramente en entredicho: http://www.zerohedge.com/news/2017-03-28/something-stinks-here-crowdstrike-revises-retracts-parts-explosive-russian-hacking-r
ResponderEliminarSupongo que las ventajas de la paz sobre la guerra no son necesarias para algunos y debe existir alguna morbosa motivación oculta.
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