El PP ahogado por la corrupción. El PSOE, además de lo interior, envuelto en una guerra civil de la que no se sabe como saldrá (o si saldrá). Podemos, sin careta (ayer lo dije, proetarras, proseparatistas, prodelincuentes, mentirosos, hipócritas, etc.). Y Ciudadanos, haciendo lo que puede (que es más bien poco) y diciendo una cosa en un sitio y otra en otro. Podríamos hablar de los partidos nacionalistas, pero creo que ni vale la pena. Así están las cosas en España.
Supongo que en medio de ese panorama verdaderamente desolador es donde Podemos pesca, en río revuelto (y mucho). Muchos de sus votantes (creo que la inmensa mayoría) no comparten su estúpido ideario ni de lejos. Pero piensan que hay que hacer algo para cambiar el sistema (con razón) y por eso apoyan a Podemos (y se equivocan).
¿Y el liberalismo? Porque es ahí donde debería aparecer (debería hacer aparecido ya hace mucho tiempo, vamos) una alternativa liberal que aglutinara mucho de ese descontento con el sistema. Por poner un ejemplo, hace algún tiempo me hice eco de que la gente está hasta las narices de unos impuestos altísimos; y si hablamos de la corrupción, suponga que la gente habla y no para. Es la gran ocasión del liberalismo en España, pero ni está ni se le espera. Por dejadez ha decidido dejar la portería vacía, y Podemos lo está aprovechando a más no poder. Vamos si lo está aprovechando.
Ni existe ni existirá dentro del actual sistema. Para empezar creo que la base del liberalismo (ante todo, político) es la defensa del principio de "representación política" (No taxation without representation), aspecto inexistente en la Europa continental salvo Francia (con muchos matices que ahora no es cuestión de analizar).
ResponderEliminarPara que los electores puedan decirse representados han de poder elegir a su candidato (uninominal) por votación mayoritaria y delimitándose una circunscripción electoral reducida (no mucho más de 100.000 electores). Además, los representantes debieran estar sujetos a mandato imperativo sobre los asuntos que asumieron antes sus electores.
¿Existe algún partido político del sistema que proponga esto tan elemental, que básicamente sólo existe en USA, cuna de la "democracia representativa"? Creo que no.
C's creo que se dicen "liberales y progresistas" pero sólo aspiran a ser el partido bisagra, presuntos "reformistas" de un sistema que, más que reformado, debe ser radicalmente cambiado. Los de "we can", son un movimiento protofascista dirigido por un comunista cuya idea del "debate interno" se reduce al recambio de concubina y a marginar a los contestatarios, los "nacionalistas" (PNV, proETArras, ERC, siglas actuales de CDC??) son mafias organizadas, alguna con matones entre sus filas, ejemplos de esa "derecha extravagante" ( http://symploke.trujaman.org/index.php?title=Derecha_extravagante) que pretenden elevarse sobre la justicia mundana creando su "paraíso terrenal" (su "estado propio" dicen). PP y PSOE, casi no merecen comentarios. Los primeros se dirán democristianos, conservadores, reformistas, "de centro" e incluso "liberales". De los segundo se dirá que son "progresistas", socialistas o incluso socialdemócratas. Todas ellas palabras vacías en sus mentes, dado que en el vigente "estado social-demócrata de Derecho" sólo existe el "consenso" en el deseo de mantener el "status quo", esto es, el mantenimiento de privilegios y prebendas sobre los que se erige la partitocracia hispana, amén del sometimiento a la UE (Alemania) y el vasallaje al Imperio (USA)
Lo tristes es eso, que ningún partido propone ni de lejos algo medianamente liberal.
EliminarEspaña necesita una auténtica "Revolución" y ninguno de los antes nombrados quiere ni puede ser actor de la misma.
ResponderEliminarTodos los partidos españoles son socialistas, excepto el de Juan Pina, que ha pasado a ser ridículo.
ResponderEliminarTristemente tienes razón. ¿Y sabes lo que más me fastidia? Que hay mimbres de sobra para montar una alternativa liberal con posibilidades (al menos en principio). ¿Por qué no se hace? Buena pregunta. No tengo la respuesta.
EliminarEsto es lo único razonable que cabe hace un día de "elecciones", farsa con la que la oligarquía de partidos estatales (ergo socialistas) legitiman su poder:
ResponderEliminarhttps://www.youtube.com/watch?v=742IxX47Nlc
Me parece una enorme payasada.
EliminarSupongo entonces que le parece más sensato votar a cualquier partido estatal que integran este corrupto sistema. O incluso votar en blanco o de forma nulo.
EliminarSi eso es lo que piensa está enormemente equivocado. Cualquier voto introducido en una urna es una legitimación popular del sistema por lo que cualquier acción en pro de la abstención debe ser bienvenida. Quizá la puesta en escena le resulte cómica pero es mucho más efectivo que quedarse en casa. Es una demostración del carácter abstencionario, esto es, que promueve activamente la caída del sistema y no meramente la del apático abstencionista que se queda en casa.
Me parece correcto votar al menos malo de todos en vez de hacer esa payasada (por ahora Ciudadanos). Aunque lo ideal sería que los liberales se unieran en una coalición en torno a cinco o diez puntos para poder intentar cambiar el sistema.
EliminarEntrar en esa farsa de "elecciones democráticas" como un partido más, como el P-lib de Pina es ridículo y, sobre todo, pernicioso dado que asumen que pueden cambiar el sistema valiéndose de su legalidad. Eso es poco menos que imposible. El sistema, como corrupto que es, degenerará hasta que su caída sea inevitable. El siglo XX fue testigo de la caída de las dictaduras de partido único, en el XXI veremos la desaparición de los "estados de partidos" y, con suerte, quizá consigamos instaurar la democracia representativa en Europa.
ResponderEliminarConfiemos que Trump no se deje llevar por los neocon que ahora le "respetan" y acabe desencadenando el "armagedón termonuclear"
El sistema se puede y se debe cambiar desde dentro. Pero hay que ofrecer una alternativa creíble a los votantes.
EliminarSe debe romper con el sistema. Cambiarlo desde dentro es inviable y sólo contribuye a legitimarlo aceptando el falso carácter "democrático" de las instituciones.
EliminarLos votantes deben dejar de legitimar el sistema y convertirse en abstencionarios.
El sistema de la oligarquía de partido no puede ser cambiado desde dentro. Son de tal calado los cambios que precisa que las propias instituciones (funcionarios incluidos) se resistirían a llevarlas a término.
ResponderEliminarSólo un proceso constituyente podría resolver las barreras e impedimentos que crearían los más reaccionarios.
Sólo cuando la población mayoritariamente deje de apoyar a las instituciones corruptas que les expolian podrán comenzarse los cambios. Y cuando la participación en las farsas electorales caiga a menos del 40%, veremos como cualquier agitación ciudadana coordinada puede hundir este sistema.
"Sólo cuando la población mayoritariamente deje de apoyar a las instituciones corruptas que les expolian podrán comenzarse los cambios."
EliminarEso que dices es el meollo del tema. La población apoya el sistema. Para cambiar el sistema debería aparecer un partido que propusiera cambiarlo al que apoyara mayoritariamente la población. Y eso es posible dentro del sistema. La misma Constitución tiene dentro de ella misma el mecanismo para una reforma incluso total. Otra cosa es conseguir ese apoyo.
Y no son "farsas electorales", son elecciones con todas las garantías, como se demostró antes las estúpidas dudas de Podemos, por ejemplo.
"Y cuando la participación en las farsas electorales caiga a menos del 40%, veremos como cualquier agitación ciudadana coordinada puede hundir este sistema."
¿Estás proponiendo la violencia como alternativa?
Me alegra de que coincidamos en el "meollo del problema". Lástima que no comprenda que la "carta otorgada" (me parece un despropósito denominarla Constitución dado que no surgió de una asamblea constituyente sino de unas elecciones convocadas bajo las leyes franquistas) es el origen de los problemas. Cualquier alternativa política que acepte actuar en el sistema partitocrático, se contamina de la corrupción que los consituye. Sólo la auténtica ruptura con el sistema, la que no se quiso acometer muerto Franco, es una salida viable para dotarnos de una democracia formal tras el perceptivo período de libertad constituyente.
ResponderEliminarEfectivamente, si las abstención se tornara mayoritaria, no le quepa duda que manifestaciones organizadas y perseverantes lograrían derrocar pacíficamente un sistema que sabe que ha perdido la legitimidad que la estupidizada población le concedía "votando".
No digo que los resultados de las elecciones sean farsa. Lo que resulta una farsa es que se denomine como "democrático" un sistema sin separación de poderes, sin representación del elector y en el que los partidos estatales se reservan para sí la acción política.
Si se concede a los protofascistas de "we can" el monopolio de la crítica pública al sistema, cualquier alternativa respetuosa con la libertad tiene un incierto futuro. ¿Cuántas alternativas "reformistas-liberales" necesita para darse cuenta de que son inanes para acometer la ruptura que precisamos?
Yo sé que la Constitución fue una concesión del franquismo en sus últimos momentos. Pero la misma fue aceptada por la inmensa mayoría de los votantes. Y, además, tiene dentro de ella todos los mecanismos para que cualquier opción de reforma, total o parcial, salga adelante. Lo que hay que tener es apoyo en las urnas.
ResponderEliminar¿Cuántas alternativas liberales se necesitan? Solo se necesita una. Las que ha habido hasta ahora han sido sucedáneos.
Si mis argumentos no le logran convencer, espero que los pensamientos de alguien más docto que yo sí logren hacerle replantearse su erróneo planteamiento:
ResponderEliminarhttps://www.ivoox.com/ft-la-verdadera-revolucion-es-de-audios-mp3_rf_18154347_1.html?autoplay=true
Con respecto a las alternativas "liberal-reformistas" me refería a éstas:
ResponderEliminarhttps://es.wikipedia.org/wiki/Partido_Reformista_Democr%C3%A1tico
https://es.wikipedia.org/wiki/Centro_Democr%C3%A1tico_y_Social
Amén de otros muchos intentos del sistema para reformar lo irreformable y desviar la atención de la corrupción constitutiva de toda partitocracia.