Esta vez no fue una vez más... por poco. Otra vez en Alemania, un refugiado sirio accionó una carga explosiva suicida en un bar, con la fortuna de que al único que se llevó por delante fue a él mismo, aunque provocó doce heridos. Y es que pudo haber sido una masacre si el tipo hubiera caído en el detalle de comprar una entrada para un festival al aire libre con 2.500 personas, donde intentó entrar pero no pudo por ese detalle, la falta de entrada. Menos mal.
Como el sujeto había estado en tratamiento psiquiátrico y había intentado suicidarse dos veces, las autoridades alemanas lo tienen fácil para seguir tapando el sol con un dedo y decir que no fue un atentado terrorista islamista, sino la obra de un loco.
Lo cachondo ha sido el titular de la BBC, parece que el pobre inmigrante ha sido víctima en un accidente...
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Nos querrán vender más refugiados...
Alucinante, de verdad.
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