martes, 12 de julio de 2016

Mis experiencias con policías en Estados Unidos

Al hilo de los recientes sucesos de policías blancos acusados de racismo quiero contar aquí mis experiencias con polícias en Estados Unidos.

Primera vez. Recien llegado yo a Estados Unidos, estabamos en Carolina del Norte, visitando un familiar de la que era mi esposa, quien nos prestó uno de dos automóviles. Salimos de día y regresamos de noche. Estaba yo más perdido que una vaca en el centro de Nueva York. Buscaba la calle correcta, acercándome con el coche a los letreros de las calles, para volver a la calle cuando veía que no era la correcta, una y otra vez. Hasta que vi las luces de un coche de policía detrás de mí. Paré, el polícia (blanco) se acercó a mí y me preguntó que si estaba borracho, porque iba hacienso eses y con las luces largas. Con mi casi nulo inglés de aquel entonces le dije que no había bebido nada de alcohol, sino que estaba perdido, que yo no era de esa ciudad y que tampoco el coche era mío, que me lo prestaron de día y que ahora de noche al encender las luces las que tenía eran las largas, y no sabía yo como pasar de esas a las cortas. Me pidió mi permiso de conducir, el cual le dí... de Arizona. Eso lo explicaba todo. Tras comprobar en el ordenador de su automovil que yo no tenía problemas con la ley me lo devolvió, me pidió que me bajara del coche, luego se montó él, descubrió como cambiar las luces (un botón semiescondido), y me explicó como llegar donde yo pretendía.

Segunda vez. Fue cerca de una urbanización de clase media alta de Arizona, donde vivíamos temporalmente en casa de otro familiar de mi exposa. Nuestro coche decidió dar problemas mecánicos en una noche en medio del desierto. Me aparte en una lado de un cruce (el espacio sobraba, por supuesto), y al poco tiempo tenía detras de mí una luz blanca que hacía que pareciese que era de día. Mientras un policía (no se si blanco, negro, verde o de qué color) alumbraba con un foco especial desde su automovil, otro (blanco) se acercó y me preguntó la razón de estar parado en el desierto en mitad de la noche. La expliqué que era un pequeño problema mecánico. Me pidió mi permiso de conducir, hizo la comprobación rutinaria en su ordenador en el coche, me lo devolvió y los dos se marcharon.

Tercera vez. Ya en Miami un policía (blanco) me paró y me preguntó que si tenía un arma en mi automovil. Le respondí que no. La siguiente pregunta fue la razón por la que llevaba una matrícula caducada en mi automovil. Le dije que había recibido la nueva por correo, pero que la eché en el maletero del coche y que, unos días por otros, allí seguía. Su cara me dijo que no me creía, por lo que le pedí permiso para bajarme del automovil y mostrársela. Cuando me lo concedió, lo hice. Tras ver la nueva matrícula, me pidió mi permiso de conducir, hizo la comprobación infórmatica, regresó, y me explicó que la nueva matrícula era para llevarla en el lugar adecuado en vez de la vieja, y no en el maletero, y que me ponía un "warning", por lo que si después de la medianoche otro agente me paraba, me multaría. Le di las gracias y nos fuimos cada cual a nuestros asuntos. Llegando a casa cambié las matriculas.

Cuarta vez. También en Miami, un policía (de origen cubano) me paró y me explicó que era por exceso de velocidad (descubierto por un radar con el que estaban cazando -él y otro- a todo hijo de vecino). Le pedí la clemencia del "warning" y me dijo que no los estaban dando a nadie. Tenía prisa para seguir la "faena". Me pidió el permiso de conducir, se lo llevó al coche y regresó rápidamente con la multa. Adios. Yo busqué un abogado quien fue delante del juez, el cual me quitó la multa (sin gastos de proceso).

Quinta vez. Al poco tiempo me paró otro policía (negro), igualmente en Miami, y me anunció que era por no haber hecho un "stop" completamente. Me fastidió y le dije que lo había hecho. Me miró fijamente y me dijo fríamente "no, sir", y tras una pausa me pidió el permiso de conducir, el cual le entregué con un gesto de cara por mi parte que dejaba claro que no estaba de acuerdo. Se fue a su coche y regresó con la multa. Fui al mismo abogado de la otra vez, quien fue a su vez ante el juez, el cual me quitó la multa (pero no los gastos del proceso, que fueron casi equivalente a la multa, pero mi expediente seguía completamente limpio).

Sexta vez. Un tiempo después de estar viviendo aquí, viajando por una carretera de Texas, vi claramente por el espejo retrovisor como un coche de policía, estacionado en la mediana de tierra, salía detras de mí. Al llegar detrás de mí me paró con las luces pertinentes. Cuando llegó a mi coche el policía (blanco) me dijo que era por tener caducada (muy caducada) la inspección anual del coche. Le dije que lo sabía, y me preguntó la razón por la que no lo había hecho. Le expliqué que el coche tenía un problema con un sensor del sistema de gases y que por eso no la pasaba. Me pidió mi permiso de conducir, se fue a su coche y cuando regresó me dijo que debía solucionar el problema del sensor y pasar la inspección, y que ma había puesto un "warning", por lo que si no lo hacía la próxima vez que me pararan tendría multa al canto. Así lo hice en cuanto pude.

Séptima vez. Salgo de un "stop" casi sin hacerle, porque tenía prisa, obligando a bajar la velocidad al coche que venía en la perpendicular... de un policía. Luces al canto y parada. Para mi sorpresa el policía (blanco) me dice que me ha parado porque no había pagado el impuesto anual. Le digo que las prisas, los olvidos y tal. Me pide mi permiso de conducir. Se va a su coche y cuando regresa me explica que tengo un "warning" y que debo pagar en dichoso impuesto cuanto antes o tendré una multa por ello. Al día siguiente lo pagué.

Octava vez. Estando yo en un semáforo veo un policía en moto tras mí, sin darle yo importancia. Al salir del semáforo sale tras mí y enciende sus luces. Me detengo y al llegar a mi coche el policía (blanco) me explica que tengo caducada la inspección del vehículo y sin pagar el impuesto (lo de las otras veces ya lo arreglé, lo prometo, este era de un año posterior). Le digo que tiene razón y que no tengo excusa, pero que el tiempo, las prisas y tal y tal. Me pide el permiso de conducir. Se lo doy, se va a su coche y regresa. Me explica que tenía derecho a ponerme dos multas, una por cada problema, pero que solo me ha puesto una, por la inspección sin pasar, y por el impuesto sin pagar me ha colocado únicamente el "warning". Me devuelve el permiso de conducir junto a la multa. Ahí aprendí que en Texas las cosas funcionan de forma diferente. En la multa venía una fecha para ir al juez si no estaba de acuerdo con la misma. Pasé la inspección y llegado el día fui ante la jueza con el justificante y le expliqué que mi expediente de multas estaba limpio, y que se apiadara. Me dijo que al ser una multa administrativa no iba al expediente, pero que me iba a bajar la multa un 25%. Algo es algo. Le di las gracias, esperé que metieran la decisión en el sistema, y cuando el secretario me dio aviso fui a la planta baja del juzgado y pague la multa reducida.

Esas son todas (y espero que no haya más). Quiero añadir que aunque el color de mi piel es blanco, tan solo tengo que abrir la boca para sepan que soy hispano de primera generación en Estados Unidos, por mi fuerte acento español y por mis deficiencias gramaticales en inglés. Nunca me han maltratado ni me he sentido discriminado. Ahora bien, siempre me he cuidado mucho de no enfrentarme con ellos y de seguir en todo momento sus instrucciones. Y me ha ido bien. Y es lo que he tratado de enseñar a mis hijos.

4 comentarios:

  1. ¿Cuantos blancos salen en masa a la calle para protestar por los abusos policiales de policias negros sobre ciudadanos blancos?
    ¿No los tildariamos de chalados o de supremacistas?
    ¿Por que al reves no ocurre lo mismo?

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    Respuestas
    1. Lo que pasa es que esos abusos no existen, por pura estadística, como expliqué en mi texto ¿Policías blancos matando inocentes negros?

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  2. A mí me pararon dos veces, y el trato recibido fue similar. No tengo queja.

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