Kimberly Clarck cierra sus actividades en Venezuela.... y Maduro las reabre

La cosa sería para reír si no fuera por el drama que encierra. Kimberly Clarck es una de las compañías líderes del mercado mundial en produtos de higiene personal, la cual se ha visto obligada a dejar de operar en Venezuela, siendo algunas de las razones para tal decisión la terrible crisis económica del país, la imposibilidad de consguir divisas y la hiperinflación que sufre el país; pero la principal razón ha sido nada más y nada menos que la imposibilidad de comprar los materiales para fabricar sus productos, lo que ha producido que en los últimos dos meses la mayoría de sus líneas de producción hayan tenido que ser canceladas. Pues en esas circunstancias va Maduro y, con un discurso totalmente demagógico y alejado por completo de la realidad, ocupa la planta de la empresa y ordena la reapertura de la producción.

Independientemente del atentado a la propiedad privada (eso ya es un hecho menor en esa locura diaria que es la Venezuela chavista), parece que Maduro piensa que va a poder (esta vez sí) imponer su estúpida ideología a la cruda realidad del desabastecimiento. ¿Cómo espera operar la planta? ¿Con qué directivos cualificados? ¿Con qué dinero? Y, lo que es mucho más importante, ¿con que material base de producción? Dijo Maduro que "vamos a invertir todos los recursos que hagan falta para que se consolide". ¿Qué recursos? ¿Lo que no ha podido hacer la empresa privada con directivos competentes lo van a hacer ideólogos comunistas con nula capacidad?

De verdad, casi da risa. Pero es que la cosa no tiene la menor gracia. Fue así como arruinaron la industria petrolera del país (echando a los directivos estadounidenses capacitados y poniendo en su lugar ideólogos venezolanos inutiles). Y es así como ese rico país está como está. Y lo que me temo es que las cosas se van a seguir poniendo peor y peor. Puede parecer imposible, dado el enorme desastre que vive el país, pero recordemos que toda situación tiene la posibilidad de empeorar. Y eso me temo que nos lo van a demostrar los inutiles dirigentes comunistas venezolanos.