Hace como un par de días, poco después de empezar su ya por entonces famosa campaña, leí en Twitter algo así como esto: "Los niños tienen pene. Las niñas tienen vulva. Y los de Hazte Oír no tienen cerebro". Pues nada más lejos de la realidad. La campaña en cuestión les ha salido redonda para salir de la más absoluta irrelevancia en la que estaban instalados desde tiempos inmemoriales y aparecer en todos los medios nacionales y algunos internacionales, y de forma gratuita. Y todo gracias a una extrema izquierda (municipal, social, judicial y casi hasta de la Comunidad de Madrid) que, ella sí, parece no tener cerebro.
Lo único que tenían que hacer para que Hazte Oír siguiera en el total anonimato era una cosa muy fácil: nada. Pero han entrado en un terreno en el que el Amado Líder Supremo de Hazte Oír, Ignacio Arsuaga, se mueve como pez en el agua, el de la judicialización de estos asuntos para obtener publicidad. Y ahí esta estúpida extrema izquierda no tiene nada que hacer contra esta sectaria extrema derecha. Si los sectarios ganan se regodearan, con toda razón, en la victoria. Y si pierden se harán la víctima, igualmente con toda razón, en la persecución judicial.
Lo dicho, una extrema izquierda estúpida a la que no se le ocurre otra cosa que hacer famosa a una extrema derecha sectaria. Y vamos a ver si sigue así, porque todo apunta a que los sectarios se van a pasear, con todo derecho por supuesto, con sus vehículos por bastantes ciudades más.
Estando de acuerdo con la conclusión general, que la sectaria reacción, no de la izquierda, sino de todo el arco parlamentario, PP incluido, de la totalidad de los periódicos y de todos los "opinadores" profesionales, ha dado una publicidad impagable a la campaña de Hazte Oir (como los ataques a Trump le proporcionaron una publicidad gratuita que le llevó al triunfo), su obsesión contra todo lo que huela a conservadurismo, sobre todo si tiene una componente religiosa (el Yunque, Hazte Oir, ...) y los juicios de valor insultantes como llamar a alguien con el que no coincide "Amado Supremo Lider", empieza a rozar lo patológico, y en cualquier caso desmerece bastante la opinión que algunos teníamos de usted.
ResponderEliminar¡Cálmese! Yo en cambio no le deseo la "suerte" de que judicialicen sus opiniones, aunque no las comparta. La reacción a la campaña de Hazte Oír revela que en la España en la que se pueden asaltar capillas, quemar banderas y fotos del rey, hacer exposiciones blasfemas, mofarse de la Virgen y de Cristo,... no hay Libertad de Expresión sino para los de un lado. Me gustaría creer que usted no se encuentra entre ellos.
He defendido la libertad de Hazte Oír de creer lo que quiera y hacer publicidad de ello por los medios que considere oportuno.
EliminarY sí, estoy de acuerdo en que las ideas de izquierda (y de extrema izquierda) pueden expresarse libremente, mientras que las de derecha son perseguidas. En mi primer escrito sobre el tema me mostré en contra de la persecución de Hazte Oír por sus ideas.
Pero ello no me impide considerar a Hazte Oír una secta y a su líder el jefecillo incuestionable de la misma.
¿Extrema derecha sectaria? No nos atrevemos a criticar a la extrema izquierda sin descalificar a la derecha no vaya a ser que alguien piense que no somos lo suficientemente moderados ¿eh?
ResponderEliminarNo es mi caso (puede echarle un vistazo, sin ir más lejos, a las campañas que hay en la columna derecha). Me importa un pimiento lo que piensen de mí, tan solo me limito a exponer mis ideas. Pero cuando un grupo sectario lo es (como el caso de Hazte Oír) lo voy a decir, aunque también voy a decir que, a pesar de ser sectario, tiene todo el derecho del mundo a expresar sus ideas.
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