Aunque la verdad es que yo no siento precisamente admiración por la ONU, una organización mayoritariamente de países no democráticos, lo de Kofi Annan no puedo dejar de comentarlo. Y es que si no fuera por la seriedad del asunto sería para partirse de risa.
Porque serio, muy serio, es esto:
El informe de Volcker señala que el programa humanitario, que llegó a mover 64.000 millones de dólares, fue ineficaz y "corrupto", y que de él sacaron provecho, no sólo funcionarios de la ONU, sino también empresarios de varios países y el propio régimen del presidente iraquí derrocado Sadam Husein.
Aunque, como lo cortés no quita lo valiente, ahora llega el gran chiste de don Kofi:
"Como máximo administrador de la ONU, asumo la responsabilidad de los fallos que se han revelado, tanto en la implementación del programa como en el funcionamiento del Secretariado", dijo Annan, quien, no obstante, precisó que no tiene previsto dimitir.
Que alguien me explique que es eso de asumir la responsabilidad sino es reconocer la culpabilidad en el desaguisado. Y si se es culpable, ¿queda otra salida que dimitir? Por supuesto, contar un chiste, como ha hecho Annan. Un chiste que, dado que el beneficiado fue un brutal dictador y un montón de funcionarios corruptos, no tiene la menor gracia.
No estaría mal que Kofi Annan se dejara de chistes de mal gusto y dimitiera... ¡ya!
José, te diré uno que también asumía responsabilidades sin dimitir:
ResponderEliminarFelipe González Márquez, por los GAL y los Fondos Reservados del Mº del Interior.
Muy de acuerdo en que estas frases son una burla y un atentado al sentido común y a la inteligencia de los mortales.
Saludos liberales.
Si os fijáis la mayoría de las oficinas de la ONU y la UE están situadas en unos pocos países centroeuropeos, elegidos a dedo para albergarlas. Eso hace que miles de millones de euros se queden en esos países en forma de sueldos para funcionarios. Y luego se quejan de que los demás países son más pobres porque son más vagos.
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